Nota del editor: Este artículo es el primero de la serie titulada: Una mirada a la doctrina del G12. Le invitamos a seguir cada uno de los escritos relacionados.
La Misión Carismática Internacional es, tal vez, una de las iglesias con mayor crecimiento en número de seguidores en Colombia y parte de Latinoamérica. De acuerdo con información de su sitio web, la iglesia cuenta con cerca 200.000 miembros en la sede principal (Bogotá, Colombia) y 160 sedes hacen parte de la red de iglesias en Colombia y alrededor del mundo. Estas cifras llaman la atención y hace que fijemos nuestra mirada con detenimiento, a fin de poder observar las formas, el discurso y los métodos que hacen posible dicho crecimiento y por supuesto, si se trata de algo consistente con la Palabra de Dios.
En el transcurso de esta serie de artículos, nos ocuparemos de analizar algunos de los detalles doctrinales, eclesiales y organizacionales de este movimiento, también conocido como G12 Internacional, por su programa de adoctrinamiento bandera y el cual también analizaremos aquí en detalle.
No pretendo convertir este escrito en una crítica descontrolada hacia un hombre, o al aparente éxito organizacional de la Misión Carismática Internacional (MCI). Tampoco pretendo ser insensible a los afectos de muchos que hoy hacen parte del movimiento, mi propósito es hacer un llamado urgente a poner en balanza toda enseñanza y doctrina con la Palabra de Dios al otro lado, a poder proveer a los lectores una mirada crítica, evaluativa y con lugar a cuestionamientos, procurando presentar argumentos provenientes de las Escrituras y no de la opinión personal.
Esta serie de escritos contará además con el testimonio de ex miembros de la MCI, los cuales hicieron parte activa del movimiento, ejerciendo diferentes ministerios e incluso como pastores de la misma. Ellos nos proveerán de un panorama objetivo e íntimo, su perspectiva es importante para la construcción de un concepto más objetivo.
Juzgando con justo juicio
Muchos seguramente apelaran a la proclama de “no juzguéis” a fin de evadir lo que hay para decir; sin embargo, debo aclarar que este escrito no es un juicio condenatorio contra los miembros o líderes de la MCI, lo cual sólo Dios puede hacer, se trata más bien de la evaluación de enseñanzas a la luz de la Palabra y por supuesto, no hay nada de malo en eso.
La actitud de los bereanos fue alabada porque ellos comprobaban si las cosas que decía Pablo, el apóstol, eran realmente conforme a la verdad (Hec 17:10-11). El Señor nos ha mandado a juzgar con justo juicio (Jn 7:24). Ser cristiano no es una autocensura o nunca cuestionar lo que se oye en un púlpito por el carisma de quien lo dice, ser cristiano es un llamado al crecimiento y la madurez en un entendimiento cada vez más claro de las Escrituras.
La fe cristiana no es un asunto donde cada quién tiene una verdad y la vive de acuerdo a lo que interpreta. No. La fe parte del hecho de que hay UNA verdad y que ella es la revelación de Dios, es una verdad objetiva.
Ahora bien, es cierto que en algunos aspectos podrían tenerse diversas perspectivas, después de todo estamos limitados para tener un entendimiento pleno de ciertos asuntos, en ocasiones por la distancia cultural y el contexto de la época con relación a la nuestra, pero estas cosas no serán cosas fundamentales o parte del grueso de la fe cristiana; lo claro es que para los asuntos fundamentales y relacionados directamente con nuestra salvación, la inspiración de las Escrituras, el evangelio y la naturaleza de Dios; la biblia es nuestra regla única y no ambigua de fe y práctica.
Con ese entendimiento, lo que haremos es pesar las doctrinas asociadas al G12 y las pondremos bajo la lupa de la Biblia para determinar con justo juicio si lo que enseñan es o no conforme a la verdad.
Lidiando con cizaña y trigo
Uno de los propósitos de esta serie de artículos es también poder movernos con cuidado en un campo en el que hay cizaña, pero también trigo. Somos conscientes que debemos ser implacables con quienes enseñan mal, con los falsos maestros para los cuales ya de largo la condenación no se tarda (2 Ped 2:3); pero también debemos ser compasivos con los que siguen a esos falsos maestros.
Jesús fue duro con los escribas y fariseos (Mateo 23;) pero cuando se refirió a los habitantes de Jerusalén, él sintió compasión porque los vio como ovejas que no tenían pastor (Mt 9:36).
En ocasiones nuestros apasionamientos nos hacen ser como los siervos de la parábola del trigo y la cizaña, ellos dijeron al señor del campo:
¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
Ellos, al ver que la cizaña había sido sembrada con mala intención en el campo de trigo, quisieron de manera apresurada correr a arrancarla, pero por causa de la similitud entre ambos sembrados, el señor del campo les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. (Mt 13:28-19)
En el afán por denunciar a los falsos maestros, lo cual es necesario también, muchos terminan siendo poco compasivos con aquellos que aún no tienen mucha luz y que por engaño fueron llevados por un camino equivocado.
De la misma manera Pablo, él fue enérgico en denunciar a los judaizantes que habían entrado en las iglesias para enseñar otro evangelio, — ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban! (Gal 5:12) — dijo el Apóstol sobre estos hombres; pero al respecto de los hermanos dijo: Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros (Gal 4:19).
Queremos ser enérgicos en condenar el error, pero compasivos con aquellos que necesitan ser mejor informados.
Sobre la metodología de la serie
Durante la serie nos concentraremos en analizar los aspectos más relevantes de la doctrina del G12, y para efectos de este análisis hemos dividido las temáticas en tres grandes categorías:
El aspecto doctrinal: En esta sección observaremos los elementos doctrinales asociados a su historia, la salvación, la confesión de fe y los aspectos emocionales involucrados en el culto, la confesión positiva y otros elementos.
El aspecto organizacional: Aquí observaremos la estructura de gobierno eclesial y cómo funciona, la autoridad pastoral y el G12 como modelo de crecimiento y la participación política.
Sobre los “Encuentros”: En esta sección observaremos los encuentros como uno de los elementos más relevantes de la práctica religiosa del movimiento. Aquí contaremos con el testimonio objetivo de hermanos que participaron en ellos desde diversos ángulos.
Es nuestro deseo y oración que el Señor pueda usar esta serie para informar a los que forman parte de este movimiento y despertar en ellos el interés por ser más críticos y que puedan regresar a las Escrituras como su única fuente de autoridad y regla de fe y práctica.
Quiera el Señor usar esto para traer luz a aquellos que así lo necesiten.
¿Orarías por eso?