Devocional para el 11 de febrero

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Texto base:

Te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.” (Génesis 44:33)

El tiempo revela los cambios del corazón. En las galerías del palacio egipcio, Judá se ofrece como sustituto por su hermano menor – el mismo Judá que años atrás había sugerido vender a José como esclavo. Este momento muestra una de las conversiones más profundas en las Escrituras, revelando como Dios obra silenciosamente en los corazones a lo largo de los años.

Entendiendo el Pasaje

El discurso de Judá representa un punto de inflexión en la narrativa. Sus palabras brotan de un corazón renovado. El hombre que una vez ignoró el llanto de José en la cisterna, ahora ruega apasionadamente por la vida de Benjamín. El que propuso vender a su hermano por unas monedas, ahora ofrece su propia vida en intercambio. El contraste es asombroso: donde antes había indiferencia, ahora hay sacrificio; donde hubo crueldad, ahora hay amor fraternal.

La oferta de Judá como sustituto no solo evidencia el cambio en su carácter, sino que anticipa su rol como el linaje del que vendría el Mesías, quien se ofrecería como sustituto por toda la humanidad. Esta escena es un retrato vivo del plan redentor de Dios.

Verdades Bíblicas

1. Los cambios profundos llevan tiempo El cambio en Judá no ocurrió de la noche a la mañana. Años de reflexión, remordimiento y experiencias moldearon su carácter. Dios frecuentemente obra en el silencio de los días ordinarios, renovando corazones que parecían irreparables. En algunas personas los cambios son inmediatos como en Pablo y en otros toman tiempo, pero en ambos obra el Señor, asi que no te impacientes por aquellos en los que quieres ver un cambio inmediato, ora para que el Señor haga su obra completa, esa debe ser la meta.

2. El verdadero arrepentimiento se demuestra con acciones Las palabras de Judá no son mera retórica – está dispuesto a sacrificarse por su hermano. Como Cristo enseñaría siglos después, el amor verdadero se demuestra con hechos. El arrepentimiento genuino produce un cambio visible en nuestras acciones. Es curioso como a veces algunos quieren convencer de que han cambiado, pero sus vidas siguen en las mismas acciones. El arrepentimiento es un cambio de direccional que se hace evidente.

3. Dios redime nuestros peores fracasos El mismo Judá que participó en la venta de José se convierte en imagen del sacrificio vicario. Dios no solo perdona nuestros pecados – los convierte en testimonios de su gracia redentora. La misericordia del Señor no deja de ser asombrosa.

Reflexión y oración

El cambio en Judá nos recuerda que nadie está más allá del alcance de Dios. Los años que parecen perdidos, las heridas que parecen incurables, los corazones que parecen inmutables – todo está bajo el poder redentor del Señor. En los próximos capítulos, veremos cómo este nuevo Judá preparó el escenario para la revelación final de José y la reconciliación familiar.

Padre, gracias, porque no dejas de mostrar tu amor en nosotros. Perdona nuestra impaciencia cuando no vemos cambios inmediatos en nosotros o en otros. Ayúdanos a confiar en tu obra, aunque sea silenciosa y gradual. Como Judá, haznos instrumentos de reconciliación. En el nombre de Jesús, amén.

Lecturas del plan para hoy

Génesis 44, Marcos 14, Job 10, Romanos 14

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.