Devocional para el 13 de junio

Versículo base: «Y vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras, porque en ellas se ha completado la ira de Dios» (Apocalipsis 15:1, NBLA)

El preludio del juicio final

Hemos completado el gran interludio cósmico donde Juan nos mostró a los actores principales del drama: el dragón furioso, las bestias que demandan adoración, y el Cordero victorioso con sus redimidos. Ahora bien, Juan nos regresa a la secuencia de juicios, pero ya no somos los mismos lectores que éramos en los capítulos anteriores. Después de conocer el porqué del conflicto, ahora presenciamos el final de la guerra.

Es importante entender que Apocalipsis es más cíclico que progresivo. Los sellos, las trompetas, y ahora las copas no son necesariamente eventos consecutivos en el tiempo, sino diferentes perspectivas del mismo período de tribulación. Pero hay una diferencia crucial: mientras los sellos y trompetas eran juicios parciales que afectaban “un tercio” de la creación, las copas que están por venir son juicios totales y finales. Ya no hay más llamados al arrepentimiento, ya no hay más advertencias. Esta es la consumación de la ira de Dios.

Entendiendo el pasaje

El capítulo 15 funciona como el preludio solemne antes del acto final. Juan ve “otra señal en el cielo”, conectando esta visión con las señales anteriores del interludio. Los siete ángeles con las siete plagas postreras representan la consumación definitiva del juicio divino. La palabra “postreras” es clave: estas son las últimas, las finales, después de estas ya no hay más.

La escena se desarrolla en el santuario celestial, específicamente en el lugar santísimo, donde se encuentra el arca del testimonio. Los vencedores están de pie sobre un mar de vidrio mezclado con fuego, cantando el cántico de Moisés y del Cordero. Este cántico combina la liberación del Éxodo con la redención en Cristo, mostrando que Dios siempre ha sido el mismo: el que libera a su pueblo y juzga a los opresores.

Los ángeles salen del templo vestidos de lino limpio y resplandeciente, con cintos de oro, simbolizando la pureza y majestad del juicio divino. El templo se llena de humo por la gloria y el poder de Dios, impidiendo que nadie entre hasta que se completen las plagas. Esto indica que el tiempo de intercesión ha terminado; ahora es tiempo de juicio puro.

Tres verdades bíblicas

El juicio de Dios es santo y necesario La cultura que nos rodea no puede concebir a un dios que juzga, para ellos el juicio es contrario al amor, pero la Escritura nos muestra que el amor divino demanda justicia. Dios no puede tolerar indefinidamente la maldad, la opresión, y la rebelión contra su carácter santo. Las injusticias que vemos, corrupción en los gobiernos, o la maldad aparentemente triunfante, debemos recordar esto: que Dios no está indiferente. Su paciencia tiene un límite, y su justicia es tan real como su misericordia. Esto debe darte esperanza cuando parece que el mal prevalece.

Los redimidos cantan incluso ante el juicio Los vencedores sobre el mar de vidrio no están aterrorizados por las plagas que vienen; están cantando. ¿Por qué? Porque saben que pertenecen al Cordero y que este juicio no va dirigido contra ellos, sino contra el sistema que los oprimió. Por eso hemos insistido tanto en abrazar Apocalipsis como un libro de esperanza. No debemos tener miedo si estamos en Cristo, por el contrario, debemos tener gozo y esperanza porque él nos guardará del juicio.

Cristo ha completado la obra de salvación El tiempo de intercesión ha terminado en esta visión porque ya no se necesita más sacrificio. Cristo completó perfectamente la obra en la cruz. Ell precio ya fue pagado completamente. Cuando satanás te acusa o cuando tu conciencia te condena, recuerda que Cristo ya intercedió por ti de una vez y para siempre. El templo celestial puede llenarse de humo y cerrarse para el juicio, pero tú ya tienes acceso permanente al Padre por medio de Cristo.

Reflexión y oración

El capítulo 15 nos prepara para la consumación final del plan de Dios. Veamos que el juicio divino no es arbitrario sino santo, no es vengativo sino justo. Los que están en Cristo pueden enfrentar incluso el juicio final con cánticos de alabanza, porque saben que su Redentor vive y que su salvación está segura.

Padre santo, reconocemos que tu justicia es tan perfecta como tu amor. Gracias porque en Cristo hemos pasado de condenación a justificación, de muerte a vida. Ayúdanos a vivir con la confianza de saber que nuestro nombre está en el libro de la vida. Danos corazones que puedan cantar alabanzas incluso cuando vemos tu juicio manifestarse contra la maldad. Que nuestra esperanza esté anclada en la obra completa de Cristo, quien intercedió por nosotros de una vez y para siempre. En su nombre, amén.

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*Lecturas del plan para hoy:

Deuteronomio 18, Salmos 105, Isaías 45, Apocalipsis 15

*Este devocional está basado en el plan de lecturas de Robert Murray M'Cheyne

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado en Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.