Devocional para el 14 de mayo

Versículo base: «Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.» (1 Pedro 1:1-2)

Elegidos para vivir como extranjeros

¿Has notado cómo reaccionan las personas cuando visitas un país extranjero? Te miran diferente, notan tu acento, tus modales, tu forma de vestir. Inmediatamente te identifican como alguien que no pertenece allí. Lo curioso es que muchos turistas intentan pasar desapercibidos, adaptarse rápidamente para no llamar la atención. Pero el cristiano está llamado exactamente a lo contrario: a vivir como extranjero sin intentar mimetizarse con la cultura que lo rodea.

Entendiendo el pasaje

Pedro escribe esta carta alrededor del año 64 d.C., cuando el fuego que consumió parte de Roma había provocado que los cristianos fueran señalados como culpables. El emperador Nerón desató una terrible persecución contra ellos, acusándolos de malhechores e incendiarios. En este contexto, los creyentes se preguntaban cómo debían responder: ¿rebelarse contra las autoridades? ¿Defenderse agresivamente? ¿O soportar pacientemente?

El apóstol se presenta con autoridad pero con sencillez: “Pedro, apóstol de Jesucristo”. No necesita justificar su identidad ni sus credenciales porque los destinatarios lo conocen. Les escribe a los “expatriados” o forasteros que viven en la dispersión. Aunque este término podría referirse a judíos que vivían fuera de Israel, Pedro lo está usando con un sentido espiritual más profundo: los cristianos son extranjeros en este mundo porque su ciudadanía está en los cielos.

Tres verdades bíblicas

  1. Fuiste elegido por Dios antes de la fundación del mundo El sufrimiento suele hacernos sentir olvidados y abandonados. Pero Pedro inicia recordándote que antes de cualquier circunstancia, fuiste elegido “según la presciencia de Dios Padre”. Tu identidad no depende de lo que otros piensen de ti ni de cómo te traten. Fuiste escogido desde la eternidad. Cuando sientas el rechazo del mundo, recuerda que llevas el sello de aprobación de Dios. No es casualidad que estés donde estás ni que enfrentes lo que enfrentas.
  2. El Espíritu Santo te aparta para vivir diferente Pedro menciona la “santificación del Espíritu”. Has sido apartado, diferenciado, distinguido. Cuando decides no participar de ciertas cosas, cuando eliges perdonar en lugar de vengarte, cuando optas por la honestidad cuando todos mienten, estás permitiendo que el Espíritu muestre tu verdadera naturaleza de expatriado. No te desanimes si esto provoca extrañeza o rechazo. Si te sientes extranjero en este mundo, es señal de que el Espíritu está haciendo su trabajo en ti.
  3. La sangre de Cristo te da una nueva identidad Ser “rociados con la sangre de Jesucristo” nos recuerda el antiguo pacto cuando Moisés roció al pueblo con sangre. Cristo derramó su sangre para sellar un nuevo y mejor pacto contigo. Esta sangre no solo te limpia, sino que te da una nueva identidad, un nuevo propósito. En medio de la persecución, el cristiano no debe definirse por lo que sufre, sino por la sangre que lo ha comprado. Cristo sufrió siendo inocente, y nos mostró el camino para responder cuando somos maltratados injustamente. Su sangre te permite vivir con dignidad aun cuando el mundo intente quitártela.

Reflexión y oración

Cuando el mundo te rechace por tu fe, recuerda que no perteneces a este sistema. Si a veces te sientes desplazado, incomprendido o fuera de lugar por vivir según los valores del Reino, no es una señal de fracaso sino de fidelidad. La Trinidad completa ha intervenido en tu elección y salvación: el Padre te eligió, el Espíritu te santifica y el Hijo derramó su sangre por ti.

Padre celestial, reconozco que muchas veces intento encajar y ser aceptado por este mundo, olvidando que me has elegido para ser diferente. Gracias porque antes de que yo existiera, ya pensabas en mí. Ayúdame a vivir como un digno expatriado, sabiendo que mi verdadera ciudadanía está en tu Reino. Que en medio de cualquier rechazo o persecución, pueda experimentar esa gracia y paz multiplicadas que solo vienen de ti. En el nombre de Cristo, amén.

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*Lecturas del plan para hoy:

Números 23, Salmos 64-65, Isaías 13, 1 Pedro 1

*Este devocional está basado en el plan de lecturas de Robert Murray M'Cheyne

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado en Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.