Devocional para el 17 de octubre

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Versículo base: «Por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados respecto a ustedes mediante vuestra fe, pues ahora vivimos, si ustedes están firmes en el Señor» (1 Tesalonicenses 3:7-8, NBLA)

Firmes en medio de la tormenta

Cuando el Apóstol Pablo estuvo en Tesalónica, tuvo que huir de Tesalónica en medio de la noche. Apenas tres semanas había estado allí predicando. Luego, una turba violenta lo obligó a salir corriendo. Desde entonces, había intentado volver varias veces, pero algo se lo impedía. él tenía una preocupación ¿seguirían firmes esos nuevos creyentes? ¿O la persecución los habría aplastado? Eso no seria apara nosotros un problema hoy porque estamos hiperconectadoá, bastaría una llamada o un mensaje de texto; pero en esa época era muy difícil tener información.

Finalmente, envió a Timoteo a verlos. Cuando Timoteo regresó con noticias, Pablo respiró aliviado. Estaban firmes. Esa noticia le dio vida.

Entendiendo el pasaje

El capítulo 3 es el corazón pastoral de Pablo al descubierto. Después de describir su ministerio íntegro y lleno de amor en el capítulo 2, ahora deja ver su angustia por estos hermanos. Él no podía soportar más la incertidumbre, así que desde Atenas envió a Timoteo para confirmarlos en la fe y animarlos. La razón de su preocupación era que él sabía que estaban sufriendo mucha persecución y aunque confiaba en la obra del Señor, se preocupaba por sus hermanos. Él mismo les había advertido cuando estuvo con ellos que vendrían tribulaciones que debían soporta. él mismo fue ejemplo de dichas tribulaciones, pero con todo, era humano y deseaba ser informado sobre el estado de esas ovejas.

El reporte de Timoteo fue exactamente lo que Pablo necesitaba escuchar. Los tesalonicenses estaban firmes. Su fe seguía viva. Su amor mutuo permanecía. A pesar de la persecución, a pesar de la confusión, a pesar de todo, seguían de pie. Pablo explota de gratitud y dice algo extraordinario: “ahora vivimos, si ustedes están firmes en el Señor.” Había cobrado ánimo al al ver que ellos perseveraban. El fruto de su trabajo no había sido en vano.

Tres verdades bíblicas

  1. Las tribulaciones son parte del paquete

Pablo les había advertido desde el principio: “vamos a sufrir tribulaciones.” No les vendió un evangelio de comodidad. Les dijo la verdad. Los creyentes están destinados a la aflicción en este mundo. Jesús lo dijo sin rodeos: “En el mundo tendréis aflicción.” Entonces, ¿por qué nos sorprendemos cuando llegan los problemas? ¿Por qué pensamos que algo anda mal con nuestra fe cuando la vida se pone difícil? La perseverancia no es la ausencia de dificultades, es la firmeza en medio de ellas. Cuando pierdes el trabajo, cuando la enfermedad toca tu puerta, cuando tu familia te rechaza por seguir a Cristo, no estás fuera del plan de Dios. Estás exactamente donde Él dijo que estarías y allí el te da lo necesario para perseverar.

  1. Tu firmeza anima a otros creyentes

Pablo dice algo extraordinario: “ahora vivimos, si ustedes están firmes.” Su vida ministerial cobraba sentido al ver que ellos permanecían. Esto debería sacudirnos. Tu perseverancia importa más de lo que crees. Cuando te mantienes fiel en medio del desempleo, de la enfermedad, del conflicto familiar, estás siendo testimonio para otros, no todo se trata de nosotros, también hay formas en las que Dios usa nuestro sufrimiento para Su gloria. Hay hermanos en tu iglesia, compañeros de trabajo, familiares que te están observando. Tu firmeza puede ser el aliento que otro creyente necesita para no tirar la toalla. No estás solo en tu lucha. Hay otros que necesitan verte de pie para ellos también mantenerse firmes.

  1. Dios afirma nuestros corazones hasta su venida

Pablo termina el capítulo con una oración: que Dios afirme sus corazones irreprensibles en santidad hasta la venida de Cristo. él sabía que los sifrimientos no acabarían, yt sabía que no podía permanecer ansioso por lo que sucedería con los hermanos en el futuro, así que los encomienda al Señor quien era el que mejor podía protegerlo hasta su venida. En efecto, por más que podamos preocuparnos y nos de ánimo el sufrimiento y la perseverancia de otros, es el Señor el que provee cuidado y sostiene. Tu no estas de pie por tus fuerzas, es el Señor el que te ha tomado de la mano y ha prometido hacerlo hasta el día de su venida. tremenda esperanza. Así que, yo no se cuál sea el motivo de tu aflicción hoy. Es mi oración, con todo el corazón, que el Señor te sostenga. NO dependes de los hombres, dependes de Él.

Reflexión y oración

Las tribulaciones no son señal de que Dios te abandonó. Son parte del camino. Tu firmeza importa. Otros te están viendo. Y Dios mismo te está sosteniendo hasta el final.

Padre, gracias porque no me has dejado solo en medio de la aflicción. Gracias porque mi firmeza puede animar a otros. Ayúdame a perseverar cuando todo se ponga difícil. Recuérdame que las tribulaciones son parte de seguirte. Afirma mi corazón hasta el día en que venga tu Hijo. Confío en que el que comenzó la obra en mí la terminará. Amén.

*Lecturas del plan para hoy:

1 Reyes 20, 1 Tesalonicenses 3, Daniel 2, Salmo 106

*Este devocional está basado en el plan de lecturas de Robert Murray M'Cheyne

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado en Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.