Devocional para el 17 de septiembre

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Versículo base: «No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? ¿O qué armonía tiene Cristo con Belial?» (2 Corintios 6:14-15, NBLA)

El yugo que no puedes llevar

En los campos de Palestina del primer siglo, era común ver a un agricultor arando con dos bueyes unidos por un yugo – esa pieza de madera que cruza sobre el cuello de los animales y los mantiene juntos mientras trabajan. Pero había una ley específica en Deuteronomio 22:10: “No ararás con buey y asno juntamente”. ¿Por qué? El buey es más fuerte y alto; el asno más pequeño y débil. Cuando los unes, el buey termina llevando todo el peso mientras el asno es arrastrado, lastimándose el cuello contra el yugo mal balanceado. Ambos sufren. El trabajo no se hace bien. Es un desastre predecible.

Pablo toma esta imagen agrícola familiar para sus lectores y la aplica a las relaciones espirituales. Hay ciertas alianzas que simplemente no funcionan porque las naturalezas son incompatibles. Es física espiritual básica: dos fuerzas opuestas no pueden caminar en la misma dirección. Alguien terminará cediendo, y Pablo sabe quién será.

Entendiendo el pasaje

La segunda carta a los Corintios es intensamente personal. Pablo defiende su ministerio y suplica a los corintios que no comprometan el evangelio. En el capítulo 6, después de describir las marcas de un verdadero ministro del evangelio, Pablo hace un llamado apasionado a la separación. Pero necesitamos entender qué está y qué no está diciendo.

El contexto histórico es crucial. Corinto era una ciudad portuaria cosmopolita, centro comercial del Imperio Romano. Los templos paganos dominaban el paisaje. El templo de Afrodita tenía mil prostitutas sagradas. Los cristianos corintios vivían inmersos en una cultura radicalmente opuesta al evangelio. La tentación de hacer compromisos para “encajar” era inmensa. Algunos aparentemente habían comenzado a participar en ceremonias paganas, justificándolo como necesario para los negocios o la vida social.

Pablo usa cinco preguntas retóricas que esperan un “ninguna” rotundo como respuesta. ¿Qué asociación (metoche – participación) tiene la justicia con la iniquidad? ¿Qué comunión (koinonia – compartir íntimo) tiene la luz con las tinieblas? ¿Qué armonía (symphonesis – sinfonía) entre Cristo y Belial? ¿Qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Qué acuerdo el templo de Dios con los ídolos? Cada pregunta intensifica la incompatibilidad.

Pero aquí está el equilibrio: Pablo no está diciendo que vivamos en una burbuja. En 1 Corintios 5:10 él mismo aclaró que no podemos salir del mundo. Jesús oró que no fuéramos quitados del mundo sino guardados del mal. La diferencia está entre estar EN el mundo y ser DEL mundo. Entre tener relaciones y estar en yugo. Puedes trabajar con un incrédulo, ser su vecino, su amigo. Pero hay relaciones que requieren un yugo – matrimonio, sociedades de negocios, compromisos que atan tu dirección a la de otro. Ahí es donde la incompatibilidad se vuelve destructiva.

Tres verdades bíblicas

  1. El yugo desigual termina arrastrándote en la dirección equivocada Cuando dos animales de diferente fuerza se unen, el más fuerte determina la dirección. En las relaciones espirituales desiguales, la tendencia natural es hacia abajo, no hacia arriba. Es más fácil que te arrastren al compromiso que elevar a alguien a la santidad. Piensa en Salomón: el hombre más sabio que existió, pero sus esposas paganas desviaron su corazón. Si él no pudo mantener su integridad en yugos desiguales, ¿qué te hace pensar que tú sí? El mundo tiene gravedad espiritual. Sin Cristo tirando en la dirección opuesta, siempre caerás. No es que seas débil; es que estás luchando contra la corriente natural del sistema caído. Aquí debo hacer una aclaración importante. Esto no es un mandato a que las relaciones matrimoniales mixtas se disuelvan, después de todo, cada quien viene en un estado al Señor y no debemos resolver un mal con otro mal. Para casos de matrimonios desiguales ya la Biblia tiene instrucciones en 1 Corintios 7. Esta instrucción tiene un carácter entonces más de advertencia y preventivo en ese caso.
  2. Jesús ofrece un yugo perfectamente equilibrado En contraste total, Jesús dice: “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados… Tomen Mi yugo sobre ustedes… porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera” (Mateo 11:28-30). ¿Por qué su yugo es fácil? Porque Él lleva el peso. Estás unido al Todopoderoso. Él marca el paso, la dirección, y tiene la fuerza para llevarte. Es el único yugo desigual que funciona a tu favor. Cuando estás unido a Cristo, Él te eleva. Cuando te unes al mundo, te arrastra. La pregunta no es si estarás en yugo – todos lo estamos con algo o alguien. La pregunta es: ¿quién está del otro lado?
  3. Algunas separaciones son actos de amor, no de arrogancia Separarte de ciertas relaciones comprometedoras no es ser “más santo que tú”. Es reconocer honestamente que hay asociaciones que comprometerán tu fe. Amós preguntó: “¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo?” La respuesta es no. Puedes amar a alguien profundamente y reconocer que no pueden caminar juntos en la misma dirección. Esto aplica especialmente en el noviazgo y los negocios. Si la persona del otro lado del yugo no comparte tu dirección fundamental en Cristo, alguien tendrá que ceder. Y las estadísticas muestran quién usualmente cede. Separarte no es odiar; es amar lo suficiente a Cristo y a la otra persona como para no vivir en conflicto constante.

Reflexión y oración

Examina los yugos en tu vida. ¿Hay relaciones que te están arrastrando lejos de Cristo? ¿Compromisos que te obligan a elegir constantemente entre tu fe y la armonía? El yugo correcto te acerca a Dios. El equivocado te aleja. No es más complicado que eso.

Padre, reconozco que a veces he intentado mantener yugos que no puedo llevar. He querido caminar en dos direcciones al mismo tiempo y me he lastimado en el proceso. Dame sabiduría para identificar las relaciones y compromisos que me alejan de ti. Dame valentía para hacer las separaciones necesarias, no con orgullo sino con humildad. Y gracias por tu yugo perfecto, donde Tú llevas el peso y yo encuentro descanso. Ayúdame a permanecer unido a ti sobre todas las cosas. En Cristo Jesús, amén.

*Lecturas del plan para hoy:

2 Samuel 13, 2 Corintios 6, Ezequiel 20, Salmos 66-67

*Este devocional está basado en el plan de lecturas de Robert Murray M'Cheyne

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado en Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.