Versículo base:
Éxodo 1:12 – “Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y tanto más se extendían, de manera que los egipcios llegaron a temer a los hijos de Israel.”
De la provisión a la opresión
El libro de Éxodo comienza con un contraste impactante. El pueblo de Israel había llegado a Egipto bajo la provisión de Dios en los días de José, disfrutando de abundancia y favor. Sin embargo, al iniciar este nuevo libro, nos encontramos con un escenario distinto: el crecimiento de Israel se convirtió en una amenaza para Egipto y, en consecuencia, fueron sometidos a esclavitud.
El final de Génesis nos muestra a José asegurando a sus hermanos que Dios transformaría el mal en bien (Génesis 50:20). Ahora, en Éxodo, vemos que, aunque la esclavitud era dura y el sufrimiento era real, Dios estaba cumpliendo su propósito. Israel no estaba destinado a permanecer en Egipto; su destino era la tierra prometida. La opresión no era el fin de la historia, sino el medio por el cual Dios los prepararía para su redención.
Entendiendo el pasaje: Dios cumple su plan en medio del sufrimiento
La esclavitud de Israel en Egipto no fue un accidente. Dios ya había revelado a Abraham que su descendencia sería afligida por cuatrocientos años (Génesis 15:13). Este período de sufrimiento no solo multiplicó al pueblo numéricamente, sino que los preparó para la dependencia total en la liberación de Dios.
El nuevo faraón, que no conoció a José, vió en Israel una amenaza creciente. Como estrategia, impuso trabajos forzados y ordenó la matanza de los niños varones. Sin embargo, Dios utilizó a personas aparentemente insignificantes, como las parteras hebreas Sifra y Fúa, para desafiar el decreto del faraón. Estas mujeres temieron a Dios más que al rey de Egipto, y su obediencia preservó a muchos niños, incluyendo a Moisés, el futuro libertador de Israel.
Aunque la esclavitud era una realidad dura, Dios estaba obrando silenciosamente en medio del sufrimiento. No solo multiplicó a Israel, sino que también preparó el escenario para su redención.
3 verdades bíblicas
- El sufrimiento no significa el abandono de Dios.
Israel podría haber pensado que Dios los había olvidado, pero en realidad, él estaba cumpliendo su plan. En nuestras vidas, el dolor puede ser el terreno donde Dios está preparando nuestra redención y crecimiento. - El temor de Dios es más poderoso que el temor a los hombres.
Las parteras hebreas desafiaron el mandato del faraón porque temían más a Dios que a los hombres. Hoy, somos llamados a obedecer a Dios por encima de cualquier presión cultural o social. - Dios usa incluso la opresión para cumplir su propósito.
Lo que Egipto intentó usar para debilitar a Israel, Dios lo usó para fortalecerlo. En nuestras vidas, lo que parece un obstáculo puede ser la herramienta que Dios está usando para cumplir su plan.
Reflexión y Oración
El comienzo de Éxodo nos recuerda que Dios no está ausente en medio de nuestro sufrimiento. Si estás atravesando dificultades, recuerda que Dios está cumpliendo su plan en ti.
Oremos:
“Señor, gracias porque en medio de la dificultad tú sigues siendo fiel. Ayúdame a confiar en que, aunque no siempre entendamos tu obrar, estás cumpliendo tu propósito en nuestras vidas. Danos un temor reverente por ti y ayúdanos a caminar en obediencia, confiando en tu redención. En el nombre de Jesús, Amén.”
Lecturas del plan para hoy:
Éxodo 1, Lucas 4, Job 18, 1 Corintios 5.