Versículo base: «La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.» (Apocalipsis 1:1, NBLA)
Cristo victorioso
Estoy muy emocionado de comenzar hoy esta serie de devocionales siguiendo nuestro plan de lecturas diarias. Durante los próximos 22 días vamos a embarcarnos en una jornada a través del libro de Apocalipsis abordando las ideas de cada capítulo en forma devocional pero también en el formato que ha caracterizado nuestras reflexiones.
Sé que para muchos este libro genera más preguntas que respuestas, más temor que esperanza. Pero quiero que lo veas como lo que realmente es: la carta más esperanzadora jamás escrita a gente que vive en medio de circunstancias aparentemente desesperantes.
Espero que al finalizar esta serie hayamos podido derribar ideas equivocadas sobre el libro, después de todo, estamos frente a la revelación de Dios y no frente a una bola de cristal o algún misterio indescifrable. Verás que el libro fue construido para ser entendido muy a pesar de las figuras y símbolos que emplea y es mi meta poder ayudarte a verlo así y por supuesto extraer verdades prácticas útiles para la vida y la piedad.
Entendiendo el pasaje
Juan escribe desde su exilio en la isla de Patmos, según la mayoría de estudiosos entre el año 90 y 96, estaba allí castigado por predicar el evangelio, a iglesias que enfrentan persecución bajo el emperador Domiciano. Estos cristianos estaban siendo quemados como antorchas humanas, despedazados por leones en coliseos, y parecía, a los ojos humanos, que el mal está ganando definitivamente. En este contexto desesperante, Dios decide mostrarles cómo termina la historia, con el fin de que cobren ánimo y esperanza.
La palabra “revelación” (apokalupsis) significa literalmente “quitar el velo” o “descubrir lo oculto”. Este, como ves, no es un libro de acertijos proféticos para descifrar, sino que Dios está corriendo la cortina de la historia para mostrar la realidad que existe detrás de las circunstancias inmediatas. El “pronto” del versículo no habla de velocidad cronológica sino de certeza absoluta. Es como cuando un padre le dice a su hijo: “pronto estaremos en casa”. No importa si faltan dos horas; es una realidad inevitable que da tranquilidad durante el trayecto. Estas palabras también delimitan el tiempo de espera. Muchos de estos cristianos estaban siendo tentados a pensar que quizás todo estaba perdido, que el Señor por el que estaban muriendo y siendo despedazado por leones no los iba a librar y que el mal vencerá sobre el bien; pero las palabras de Juan llegan justo a tiempo: No, el mal no ha ganado y pronto, el Señor vendrá como un Rey Victorioso a triunfar sobre los que ahora los ultrajan, pronto los pobres y menesterosos serán llevados a la gloria.
El libro de apocalipsis es la culminación de una historia, la que comenzó en el Jardín del Edén, con Dios quien desea reunir a Su pueblo en un lugar para que le adore. Ahora hay un pueblo: los redimidos; hay un lugar: la eternidad y hay un medio para adorarle; pero todavía no ha llegado a la consumación final de las cosas; Apocalipsis es la esperanza mientras el pueblo espera. Es el mensaje necesario para no dejar de ver un día al pueblo de Dios, en el lugar de Dios, bajo el gobierno de Dios sin ninguna relación con el pecado y con los reinos de este mundo.
Tres verdades bíblicas
- Tus circunstancias no definen la realidad espiritual Mientras aquellos cristianos veían solo persecución y muerte aparente, Dios les mostraba una perspectiva diferente: estaban del lado victorioso de una guerra cósmica. Nosotros solo vemos la parte de la historia que corresponde a nuestro tiempo pero eso no es la historia completa. Existe una dimensión espiritual donde Cristo ya conquistó todo lo que nos representa opresión, dolor y desesperanza. La realidad no es lo que ves; es lo que Dios ha preparado para los que confían en Él.
- Una historia de la Gran Historia: Mira lo importante que resulta ver la Biblia como un todo. Lamentablemente muchos ven el apocalipsis como un libro que cayó del espacio o algo así, y la verdad es que no, es la culminación gloriosa del plan Redentor. Es la prueba de que en la Gran Historia vence el que aparentemente fue derrotado. El Apocalipsis hace de la Biblia un libro confiable. Todo lo que el Señor ha prometido se cumplirá.
- No somos un barco a la deriva, tenemos un puerto seguro No se si te pasa, pero en muchas ocasiones me siento como si todo se dirigiera a un lugar sin rumbo. Ceo la maldad, la injusticia y mi propia lucha y pecado; pero el Señor no nos ha dejado sin esperanza. Nos dio en Su Palabra y especialmente en este precioso libro una promesa gloriosa de que un día todas las cosas serán puestas en orden. Esto no debería ser algo que un creyente vea lejano, no tenemos que caer en una resignación fatalista sino confiar que el barco no está sin capitan y que Él sabe a dónde nos dirigimos.
Reflexión y oración
Durante estos 22 días vamos a caminar por esta idea: El Señor un día reunirá a Su pueblo para estar con Él para siempre, pero mientras ese día llega, Él nos asegura su cuidado y la promesa de que el mal no triunfará, que su pueblo vencerá así como Él ha vencido. Esto también es importante porque, cuando entendemos que el final de la historia ya está escrito y nosotros estamos del lado ganador, nuestras luchas diarias toman un significado completamente diferente.
Padre, gracias porque no me has dejado vivir a ciegas en medio de las batallas de la vida. Durante estos días, abre mis ojos para ver más allá de las circunstancias inmediatas y dame corazón para descansar en tu soberanía. Que esta revelación de Cristo no sea solo información sino la fuerza que me sostenga cada día. Recuérdame que formo parte de tu plan victorioso desde antes de la fundación del mundo. En el nombre de Jesús, amén.