Devocional para el 31 de mayo

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Versículo base: «Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto.» (Apocalipsis 2:1, NBLA)

Cristo camina entre su pueblo

Ayer descubrimos que Apocalipsis es una revelación del Cristo victorioso para consolarnos en el conflicto eterno. Hoy nos encontramos en ver como este Cristo glorificado y Todopoderoso no se queda en las alturas observando desde lejos, sino que decide hablar por medio de cartas a iglesias específicas que están pasando por situaciones particulares. Uno de los errores más comunes al estudiar Apocalipsis es desconectarlo del hecho de que pertenece a un género específico y que es, al fin y al cabo, literatura dirigida a destinatarios reales con problemas reales. Esto es sin duda clave para poder entender el mensaje en su contexto y no desprendernos de la idea de que el libro hace parte de una gran historia, de un todo.

Entendiendo el pasaje

Las siete cartas que encontramos en Apocalipsis 2 y 3 siguen una estructura específica: identificación del remitente con atributos particulares de Cristo, reconocimiento de la situación de la iglesia, exhortación o corrección específica, y promesa para el vencedor. Estas no eran oráculos misteriosos sino correspondencia directa que cada iglesia podía entender perfectamente. El “ángel de la iglesia” probablemente se refiere al mensajero o líder encargado de comunicar el mensaje a la congregación.

Ahora bien, el sentido de esta porción va mucho más allá de la correspondencia histórica. Aquí vemos cómo Cristo se involucra directamente con su pueblo por medio de iglesias locales. La imagen de Cristo caminando “en medio de los siete candeleros” muestra que Él no gobierna su iglesia desde la distancia, sino que habita en medio de ella.

Tres verdades bíblicas

1. El pueblo de Dios universal existe expresado en iglesias locales Cristo no escribe a “la iglesia en general” sino a iglesias específicas con nombres, ubicaciones y circunstancias particulares. Tu fe no puede ser algo abstracto o individual; necesita expresarse en comunidad concreta. Dios ha diseñado que su pueblo se reúna en iglesias locales donde puedas servir, ser servido, corregido y alentado. Si te has alejado de la iglesia por heridas del pasado, recuerda que Cristo mismo la ve como su cuerpo en la tierra.

2. El Señor conoce íntimamente a su iglesia y camina en medio de ella “Yo conozco tus obras” será el estribillo de estas cartas. Cristo no es un observador distante sino uno que camina entre los candeleros, viendo cada esfuerzo, cada lucha, cada acto de fidelidad. Si tu iglesia está pasando por dificultades, si sientes que nadie ve tu servicio fiel, si parece que los problemas son más grandes que las fuerzas, recuerda esta imagen: Cristo está allí, en medio de ustedes, conociendo cada detalle de su situación.

3. Cristo sigue siendo la cabeza de la iglesia incluso en medio de las tormentas Estas iglesias enfrentaban persecución brutal, herejías destructivas, y divisiones internas, pero Cristo se presenta como quien tiene las estrellas en su mano derecha. Él sigue siendo el capitán del barco en medio de la tormenta. Los problemas de tu iglesia, las tensiones que vives en tu congregación, las dificultades que enfrentan como comunidad, no han tomado por sorpresa a Cristo. Él conoce, camina en medio, y tiene el control absoluto.

Reflexión y oración

El Cristo glorificado no se ha desconectado de las realidades cotidianas de su pueblo. Él conoce los nombres de nuestras iglesias, ve nuestras luchas específicas, y tiene palabras particulares para cada situación. Su presencia en medio de nosotros no es una doctrina abstracta sino una realidad práctica que debe cambiar cómo vivimos en comunidad.

Señor Jesús, gracias por no quedarte en las alturas sino por caminar en medio de tu pueblo. Perdóname por las veces que he vivido mi fe de manera individualista, olvidando que me has llamado a ser parte de tu cuerpo. Ayúdame a valorar mi iglesia local, a servirla fielmente, y a recordar siempre que tú estás allí conmigo. En los momentos difíciles de nuestra congregación, recuérdanos que tienes las estrellas en tu mano y que nada escapa a tu conocimiento y cuidado. En tu nombre, amén.

Mañana examinaremos dos iglesias que representan extremos opuestos: Filadelfia como modelo de iglesia fiel, y Laodicea como una iglesia que se preocupa solo de sí misma, y descubriremos qué mensaje tienen para nosotros hoy.

*Lecturas del plan para hoy:

Deuteronomio 4, Salmos 86-87, Isaías 32, Apocalipsis 2

*Este devocional está basado en el plan de lecturas de Robert Murray M'Cheyne

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado en Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.