Devocional para el 16 de enero

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Versículo base: “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” – Hechos 16:31.


Hay una cosa que se ha quedado en nuestro inconsciente resultado de las películas de acción: los protagonistas siempre son rescatados en el último minuto. Con pocas excepciones, uno siempre espera que en el momento de mayor angustia, cuando la bomba está a punto de explotar o el tren a punto de chocar, algo suceda y llegue el oportuno rescate.

El pasaje que tenemos hoy podría perfectamente ser una de estas escenas, con la diferencia de que el héroe que rescata no es un hombre con superhabilidades, sino el Dios del universo que trae la luz de la gracia en medio de la desesperanza.


Entendiendo el pasaje:

Este evento ocurre en el contexto del encarcelamiento de Pablo y Silas en Filipos. Tras ser azotados y encarcelados injustamente, estos siervos de Dios oran y cantan himnos a media noche, mostrando una fe inquebrantable. En respuesta, Dios envía un terremoto que abre las puertas de la prisión y desata las cadenas de todos los prisioneros.

El carcelero, al ver las puertas abiertas, asume que los prisioneros han escapado, lo que para él significaba un desastre personal y profesional, pues su vida estaba en juego si no cumplía su deber. En su desesperación, decide quitarse la vida, pero Pablo lo detiene, asegurándole que nadie ha escapado.

Esta intervención lleva al carcelero a una profunda convicción espiritual. Observa el testimonio de Pablo y Silas, y reconoce que ellos poseen algo que él necesita desesperadamente. Su pregunta, “¿Qué debo hacer para ser salvo?”, revela un corazón quebrantado y consciente de su necesidad de salvación.

La respuesta de Pablo y Silas es clara y directa: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.” Este mandato subraya que la salvación no depende de obras, tradiciones religiosas o esfuerzos humanos, sino de una fe genuina en Jesucristo como Salvador y Señor. Al creer, el carcelero recibió la salvación personal, su vida le estaba siendo asegurada, lo cual es posible que fuera una de sus principales preocupacones, pero el Señor tambien salvó su alma. Creer en Cristo le permitio vivir más y tambien vivir mejor, tanto él como su familia.

El mensaje de este texto es que la salvación es un regalo divino accesible por medio de la fe. También nos recuerda que la obra de Dios no está limitada por nuestras circunstancias y que incluso Dios puede traer bien en donde abunda la desesperanza o el dolor.

3 verdades bíblicas:

  1. La salvación es por fe en Cristo: El mensaje del evangelio es sencillo: creer en Jesús como Salvador y Señor. No hay otro requisito, porque todo lo necesario ya fue cumplido en la cruz.
  2. El evangelio transforma vidas y familias: El carcelero no solo es salvo; su casa entera experimenta la obra de Dios. La fe tiene un efecto multiplicador cuando se comparte. No es que al creer automáticamente nuestra familia será salva también, pero sin duda el hecho de que ahora la puerta del evangelio se haya abierto para un hogar, permite que la gracia del Señor se extienda y alcance a los que están cerca. No dejes de orar por tu familia. Comparte con ellos cómo Cristo ha transformado tu vida y puede transformar la de ellos.
  3. Dios obra en medio de nuestras crisis: El terremoto no fue solo físico, sino espiritual. Dios utiliza nuestras dificultades para llevarnos a un punto donde podamos escuchar Su voz claramente. Puede ser que ahora esté, es en un momento en el que no ves una salida, como un poso oscuro, pero recuerda que incluso en un lugar como eso, la luz siempre viene de arriba. Solo levanta tus ojos a Cristo, mira, confía y descansa.

Oración:
Señor, gracias por recordarme que la salvación es un regalo por gracia, accesible a través de la fe en Jesús. Ayúdame a confiar plenamente en Ti y a compartir este mensaje con mi familia y quienes me rodean. Que mi vida sea un testimonio vivo de Tu poder para salvar. En el nombre de Jesús, amén.

Lecturas del plan para hoy:

Génesis 17, Mateo 16, Nehemías 6, Hechos 16.

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Jacobis Aldana, pastor Iglesia Bíblica Soberana Gracia

Sobre el autor de este devocional diario

Este devocional es escrito y narrado por el pastor Jacobis Aldana. Es licenciado Artes Teológicas del Miami International Seminary (Mints) y cursa una Maestría en Divinidades en Midwestern Baptist Theological Seminary; ha servido en el ministerio pastoral desde 2011, está casado con Keila Lara y es padre de Santiago y Jacobo.