Devocional para el 23 de enero

Versículo base:

“Así pues, los purifiqué de todo lo extranjero y asigné tareas a los sacerdotes y a los levitas, cada uno en su trabajo.” – Nehemías 13:30 (NBLA).

El libro de Nehemías es un relato poderoso sobre reconstrucción, una historia de resiliencia, para usar un término más contemporáneo, y no me refiero solamente al proyecto de reconstrucción civil, de las murallas, aquí también vemos la restauración de corazones y de la identidad espiritual del pueblo de Dios. En el capítulo 13, Nehemías regresa a Jerusalén después de un tiempo fuera y encuentra que el pueblo ha vuelto a caer en los pecados que los llevaron al exilio. Ante este panorama desolador, Nehemías no cierra los ojos ni busca compromisos. En su lugar, responde con firmeza y un corazón rendido a Dios, enfrentando el pecado, restaurando el servicio y purificando el culto.

Este versículo refleja su celo por la santidad y su determinación de alinear al pueblo con la Palabra de Dios. La acción de Nehemías nos enseña que el verdadero arrepentimiento reconoce el pecado y actúa para corregirlo; es un compromiso con la pureza y la santidad.

Entendiendo el contexto:

Tras completar la reconstrucción de los muros de Jerusalén, Nehemías regresó a servir al rey de Persia. Durante su ausencia, el pueblo volvió a descuidar la Ley de Dios. El capítulo 13 describe varias transgresiones graves:

• El templo contaminado: Tobías, un enemigo declarado del pueblo de Dios, había recibido una habitación dentro del templo, algo que profanaba su santidad (Nehemías 13:4-9).
• El abandono del sustento de los levitas: El pueblo dejó de dar los diezmos, lo que obligó a los levitas a abandonar su ministerio para buscar su sustento (Nehemías 13:10-13).
• La violación del día de reposo: Los comerciantes trabajaban en el sábado, ignorando la Ley de Dios (Nehemías 13:15-22).
• El matrimonio con extranjeros: Muchas personas se habían casado con mujeres extranjeras, diluyendo la fidelidad al Señor (Nehemías 13:23-29).

Nehemías responde con acción decidida y un enfoque en la pureza. El versículo 30 encapsula su esfuerzo por purificar al pueblo y restaurar el orden en el templo, mostrando su compromiso con la santidad de Dios.

3 Verdades bíblicas:

1. El verdadero arrepentimiento incluye acción: Nehemías no solo se lamentó por el pecado del pueblo; tomó medidas concretas para corregirlo. Esto incluye purificar el templo, restaurar el culto y confrontar directamente a los responsables.  Cuando la Palabra de Dios expone áreas de pecado en nuestra vida, debemos responder con acción, buscando restaurar lo que está mal. Reflexiona sobre cómo puedes actuar hoy para alinear tu vida con la voluntad de Dios.
2. La pureza en el servicio a Dios es esencial: Nehemías purificó a los sacerdotes y levitas, asegurándose de que cada uno estuviera cumpliendo con su tarea según la Ley. Comprendió que el culto a Dios requiere santidad y orden. Pregúntate: ¿Estoy sirviendo a Dios con un corazón puro y en obediencia a Su Palabra? Dedica tiempo a examinar tu motivación y tu entrega en el servicio.
3. El compromiso con la Palabra de Dios transforma comunidades: Nehemías no actuó según sus propios deseos, sino conforme a lo que había aprendido de la Ley. Su compromiso inspiró al pueblo a regresar al camino correcto. Dedica tiempo a estudiar la Palabra de Dios y permite que ella sea la guía para tus decisiones y acciones, tanto en tu vida personal como en tu comunidad.

Reflexión y oración:

La respuesta de Nehemías ante el pecado nos desafía a vivir con un corazón sensible a la Palabra de Dios y un compromiso con Su santidad. El verdadero arrepentimiento no es solo una emoción pasajera, sino una acción transformadora que busca glorificar a Dios en todo.

 “El verdadero arrepentimiento no solo reconoce el pecado, sino que actúa para corregirlo y restaurar la pureza delante de Dios.”

Oración:
Señor, gracias por la enseñanza de Nehemías, quien actuó con valentía y compromiso al confrontar el pecado y restaurar Tu servicio. Ayúdame a vivir con un corazón dispuesto a arrepentirse y actuar según Tu Palabra. Purifica mi vida y hazme un instrumento útil en Tu servicio. En el nombre de Jesús, amén.

Lecturas del plan para hoy:

Génesis 24, Mateo 23, Nehemías 13, Hechos 23.