Versículo Base: Hechos 5:29 (NBLA) – “Pero respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: ‘Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.'”
Obedecer no siempre es fácil, especialmente cuando obedecer a Dios nos pone en conflicto con las expectativas o las normas de quienes nos rodean. En Hechos 5, vemos a Pedro y a los demás apóstoles enfrentando una situación donde su lealtad a Dios los lleva directamente a un choque con las autoridades religiosas. Fueron arrestados y llevados ante el Sanedrín, y la orden era clara: dejar de predicar en el nombre de Jesús. Pero su respuesta fue sencilla y poderosa: “Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.”
¿Qué significa esto en nuestra vida diaria? Es fácil obedecer a Dios cuando no hay conflicto, cuando las cosas van bien y nuestras decisiones no son cuestionadas. Pero, ¿qué sucede cuando seguir a Cristo nos pone en desacuerdo con nuestra cultura, nuestra familia o incluso nuestras propias expectativas?
Entendiendo el pasaje:
Este versículo de Hechos 5:29 es una declaración de fe y convicción inquebrantable. Pedro y los apóstoles estaban siendo juzgados por haber desobedecido una orden directa del Sanedrín, la autoridad religiosa más alta de Israel. Sin embargo, ellos entendían que la autoridad de Dios estaba por encima de cualquier autoridad humana. Su respuesta no fue solo una expresión de resistencia, sino una afirmación de que la misión de Dios, el mandato de predicar el evangelio de Jesús, estaba por encima de cualquier otro mandato.
El contexto de este pasaje es importante. Después de que Jesús resucitó y ascendió al cielo, los apóstoles recibieron la orden de ser sus testigos “en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8). Este mandato divino los impulsó a predicar con valentía, incluso frente a la persecución. En Hechos 4, ya habían sido advertidos de no hablar más en el nombre de Jesús, pero ellos sabían que no podían callar lo que habían visto y oído (Hechos 4:20).
La afirmación de Pedro en Hechos 5:29 resuena con la idea de que la obediencia a Dios es suprema. Esto es más que una desobediencia civil sin más, se trata más bien de una obediencia que se basa en la autoridad divina y en la misión redentora que Jesús les había encomendado. Esta enseñanza es crucial para nosotros hoy, en un mundo donde a veces las leyes humanas y las expectativas sociales pueden estar en conflicto con los mandatos de Dios.
3 Verdades bíblicas en este pasaje:
Evalúa tu lealtad a Dios: Reflexiona sobre las áreas de tu vida donde podrías estar comprometido entre seguir a Dios y satisfacer las expectativas de los demás. Pregúntate: ¿Estoy dispuesto a poner a Dios primero, incluso cuando eso significa enfrentar oposición?
Agradar a Dios es mejor que agradar a los hombres: En este mundo somos presionados continuamente a encajar o buscar ser aceptados. A veces la presión no se ve como una prohibición, sino que es sutil, y allí debemos saber que es mejor agradar a Dios con todo lo que eso implique en cuanto a los hombres, que agradar a los hombres sabiendo que estamos desobedeciendo a Dios.
Ora por valentía: Al igual que los apóstoles, pídele a Dios la valentía para seguir sus mandatos, especialmente cuando sea difícil. Ora para que, en los momentos de prueba, puedas decir con confianza: “Debo obedecer a Dios antes que a los hombres.”
Reflexión y oración
Reflexionemos hoy en que la verdadera obediencia a Dios a menudo nos llevará a tomar decisiones difíciles, a veces en contra de la corriente de la cultura o de las expectativas de quienes nos rodean. Que este versículo nos inspire a mantener nuestra lealtad a Dios por encima de todo, confiando en que Él es digno de nuestra total obediencia, incluso en los momentos más desafiantes.
Oración: Señor, ayúdame a poner siempre tu voluntad por encima de todo. Dame el valor para obedecerte, incluso cuando sea difícil, y la sabiduría para discernir tu voluntad en cada situación. Que mi vida sea un testimonio de mi lealtad a ti, bien sea que la presión venga por la vía de la violencia o la sutil presión de un grupo. Amén.
Lecturas del Plan:
Génesis 5
Mateo 5
Esdras 5
Hechos 5