El pecado en el mundo ha traído nefastas consecuencias para los seres humanos , entre ellas las guerras. Uno de los casos más recientes y lamentables es el de Siria, los reportes que nos llegan acerca de las penurias que pasan los habitantes de aquel país estremecen nuestro corazón y al mismo tiempo se convierte en un llamado a la intercesión para el pueblo cristiano.
Existe la tendencia en el pueblo de Dios de asociar los eventos bélicos con el fin del mundo y rápidamente se acude a la sagrada Escritura para hallar los anuncios de dichas ¨profecías¨, lo más preocupante es que se toma cualquier texto de la Biblia sin tomar en cuenta el género literario del libro bíblico, contexto histórico, cultural y teológico del pasaje que se considera, esto no causa más que decepcionantes apreciaciones del verdadero mensaje bíblico. El caso más reciente de esta vorágine de interpretaciones proféticas está relacionado precisamente con Siria y se encuentra en Isaías 17:
[Profecía sobre Damasco] He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas. Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante. Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos (Is. 17:1-3)
Como hemos dicho anteriormente, para la correcta interpretación de estas palabras necesitamos considerar el panorama completo que nos ofrece el libro de Isaías con respecto a este pasaje y es lo que a continuación haremos. Debo aclarar además que no pretendo dar una clase exhaustiva de exegesis del Antiguo Testamento o de interpretación profética, sino más bien observar el texto a la luz de principios básicos de interpretación que incluso podrían aplicarse a cualquier lectura.
El libro de Isaías
En el canon bíblico Isaías es quien abre la sección de los profetas, de hecho, es considerado unos de los profetas mayores por su volumen y parte de su contenido profético tiene que ver con la salvación que Dios traería a su pueblo a través del Mesías. Por la complejidad histórica, literaria y teológica la interpretación del libro de Isaías es un verdadero reto para los estudiosos, lo que notable en el libro de principio a fin es su mensaje de juicio, salvación y esperanza para el pueblo de Israel.
División del libro
Para facilitar la comprensión del libro los estudios dividen el libro en once secciones. El pasaje que nos corresponde está ubicado en la segunda sección que es titulada como ¨Profecías contra las naciones¨ (Caps. 13-23).
Esta segunda sección inicia con una descripción de los juicios contra las naciones paganas, incluido el juicio contra Judá e Israel por su idolatría. Es bueno recordar que estas profecías contra las naciones no fueron anunciadas y leídas directamente a la nación pagana implicada, sino al pueblo de Dios.
Capítulo 17: Profecía contra Damasco y Efraím
La profecía contra Siria y Efraím está dividida en tres estrofas:
17:1-3. Damasco (Siria) será destruida.
17:4-6. Israel también será destruido.
17:7-11. Siria era nación pagana e Israel se olvidó de Dios para confiar en una nación pagana y este se convirtió en el motivo de su juicio.
La profecía del capítulo 17 tiene un trasfondo histórico y teológico que necesita ser evaluado antes de enarbolar cualquier interpretación.
Esta sección inicia con una profecía sobre Siria, representada por su capital Damasco y contra Israel llamada aquí Efraím. El contexto histórico de este pasaje recoge la llamada alianza Siro-efraimita, que fue esa alianza entre el reino del norte, las 10 tribus divididas en los días de Roboam (1 Rey 12:2-33), y el reino de Siria para oponerse militarmente al avance del imperio Asirio.
La alianza Siro-efraimita buscó también el ataque al reino del sur [ las tribus de Judá y Benjamín] bajo el reinado de Acaz, quien no quiso unirse para formar una triple alianza contra Asiria, nunca pudieron tomar por las armas a Judá y en consecuencia Siria cayó bajo dominio de los asirios en el 732 a.C mientras que el reino del norte cayo en el 722 a.C.
Como puede notarse, el profeta Isaías no estaba viendo un evento con un cumplimiento siglos después sino un evento que se llevaría a cabo en su época.
El reino de Siria ha pasado por al menos tres destrucciones: la ya profetizada por Isaías y que fue llevada a cabo por el imperio Asirio; otra en manos de Nabucodonosor unos cien años después del imperio Asirio y otra más tarde dirigida Alejandro Magno (333 ac).
Por tanto, algunos de los problemas a los que hay que enfrentarse al considerar la profecía de Isaías 17 como algo que deberá cumplirse en nuestro tiempo, son los siguientes:
- Siria ha sido destruida varias veces, la Biblia narra al menos dos, de la mano de Isaías y Jeremías.
- ¿La destrucción de Israel está íntimamente ligada a Siria, entonces, el Israel de hoy será destruido también?
- Si la Siria del capítulo 17 es la Siria de hoy entonces tendríamos que ser justos y asumir que la Etiopia, Egipto narradas en capítulos siguientes son las naciones de hoy también.
- ¿Cómo podemos interpretar las naciones desaparecidas en capítulos siguientes?
- ¿En el libro de Isaías la destrucción de Siria vendría por manos de los Asirios, entonces, no estamos viendo a los Asirios hoy, que paso?
En su obra ¨La Biblia en su contexto¨ el profesor Craig Keener dice con harta razón:
¨A lo largo de la historia de la iglesia, y especialmente en los dos últimos siglos, muchos intérpretes han reinterpretado las profecías bíblicas para aplicarlas a su propia generación. Cada una o dos décadas, al cambiar las noticias de los sucesos, se ven forzados a revisar su interpretación de las Escrituras. En tales casos, estos maestros no están leyendo las Escrituras bajo la autoridad de las Escrituras, sino que la están interpretando a la luz de las noticias del día. Esto es algo problemático porque lo hacen sobre la base de dos suposiciones: primero, que toda profecía bíblica se aplica a la generación final (lo cual no es bíblicamente cierto), y segundo, que debemos ser la última generación. ¨2
Consideraciones finales
¿Quieren decir estas aproximaciones al texto que el libro de Isaías no tiene relevancia para el día de hoy? Al contrario, el mensaje del profeta Isaías sigue en pie en una época donde los poderes imperialistas y seculares, la idolatría y el paganismo espiritual pretenden destruir la identidad y la integridad del pueblo de Dios.
El mensaje de Isaías es un llamado al pueblo de Dios a seguir proclamando las virtudes de Cristo, a seguir confiando en la soberanía de Dios, a confiar únicamente en la sabiduría del Eterno, a saber, que Dios ha estado, está y estará en control de toda situación y conocer que al final será manifestada la salvación prometida en el Mesías, nuestro Señor y salvador Jesucristo.
Referencias bibliográficas.
- Levoratti, Armando.(2007). Comentario Bíblico Latinoamericano. Editoral Verbo divino.
- Keener, Craig.(2015). La Biblia en su contexto. Preparad el camino.