Daniel: 9
¿Alguna vez has enfrentado momentos de frustración o de incertidumbre? ¿Te ha preocupado en algún momento el no tener la certeza de cómo se desarrollarán los eventos en tu futuro cercano? Estoy seguro, si eres un humano, que tu respuesta a estas preguntas es por lo menos: SI. El problema como creyente son es que enfrentemos estas cosas, el problema es como vamos a responder a ellas.
Daniel estaba enfrentando al final del capítulo 8 justo estos mismos conflictos y llegaron a ser tan fuertes que incluso enfermó físicamente. Él estaba viendo en visiones el futuro de las naciones paganas, como Dios al final vencería sobre ellas, pero también estaba preocupado por el destino de su propia nación, de cómo se desarrollaría la historia de allí en adelante especialmente en lo que tenía que ver con su pueblo, con la nación de Israel, con el templo, con la ciudad santa.
Lo que veremos en adelante es la manera en que Daniel enfrentó esta incertidumbre, cómo acudió a Dios en oración y la respuesta que él recibió por tanto de parte de Dios.
Así que veremos nuestro texto a la luz de los siguientes puntos:
- Certeza en la palabra (1-3)
- Arrepentimiento en la oración (4-19)
- Esperanza en la visión (20-27)
