Muchos de nosotros hemos asistido a una boda alguna vez, y si les preguntáramos acerca de qué es lo más importante en este tipo de eventos, seguramente encontraríamos opiniones diversas.
El momento en el que los novios se besan, o cuando los padres entregan a la novia, tal vez la salida y la celebración, o la marcha nupcial. Sin embargo, el momento más importante en una ceremonia matrimonial es la lectura de los votos. De hecho, la razón por la que asistimos a una boda es porque somos testigos del pacto que dos personas hacen delante de Dios o de un juez civil.
Dicho pacto incluye algunos compromisos tanto del esposo como de la esposa, y también presenciamos el momento en el que sellan o firman ese pacto a través de la entrega de una prenda. Así es como vemos el matrimonio en nuestra cultura y es probable que haya diferencias en otras culturas, pero los elementos esenciales al menos están presentes.
El pasaje que tenemos aquí es la ceremonia de la «firma» del pacto por el cual Dios entra en una relación con el pueblo de Israel. El Señor les promete llevarlos a la tierra prometida y ser su Dios, pero les demanda obediencia a una ley que ha sido descrita en detalle.
Este capítulo 24 es también el cierre de una sección que comenzó en el capítulo 19, donde Dios propone un pacto al pueblo y el pueblo, de manera apresurada, lo acepta. A partir del capítulo 20, el Señor describe los términos del contrato, resumidos en diez leyes o mandamientos, y a partir del capítulo 21 hasta el capítulo 23, se describen los aspectos normativos o detallados de esos diez grandes artículos. Ahora estamos listos para retomar.
Entonces, aquí veremos si una vez conocidas las leyes y los detalles, el pueblo todavía quiere esta relación de pacto con Dios en la que Él les pide obediencia, al mismo tiempo que se compromete a cumplir su palabra de llevarlos a una tierra y hacerlos una gran nación.
Y es en ese sentido que quiero proponerles el siguiente argumento a desarrollar:
Dios espera que quienes entran en una relación de pacto con Él obedezcan Su ley.
- El llamado a la firma del pacto (1-2)
- La ceremonia por la firma del pacto (3-8)
- La ratificación del pacto (9-18)