La disciplina en una iglesia conforme a la Biblia – Hechos: 5

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Hechos: 5

“NO existe una iglesia perfecta” Seguramente hemos escuchado esa frase antes y hasta es posible que la hayamos utilizado. Y hay mucha verdad allí, no existe iglesia perfecta porque está compuesta por hombres y mujeres pecadores que todavía batallan con el pecado remanente de sus cuerpos, pero ¿significa eso que la iglesia de Dios es el lugar donde las personas pueden vivir de la manera que quieran? ¿Significa que debe tolerarse la práctica del pecado como algo normal que va a ocurrir de todas maneras?

En la mañana de hoy veremos como la misión de la iglesia es extender la Gloria de Dios por medio de la predicación, la comunión, la evangelización, pero también por medio de la disciplina, la cual promueve la pureza y santidad de Dios, al mismo tiempo que la dignidad y reputación de su pueblo.

Este es uno de esos pasajes difíciles que uno no escogería para predicar por gusto; sin embargo, damos gracias al Señor por la predicación expositiva, la cual nos permite ir abordando de manera progresiva y consecutiva el mensaje de Dios, así que no podemos saltarlo. Gracias a Dios.

Dios es un Dios santo y su pueblo debe ser santo y la forma en que esa santidad es promovida en la iglesia es por medio del ejercicio de la disciplina eclesiástica, algo que por un lado ha sido exagerado en algunos bandos, usándose como un medio de castigo e intimidación, y en otros ha sido completamente ignorado, como si se tratara de algo que debe evitarse para que los asistentes no se sientan mal o rechazados; lo que veremos es como Dios modela como iglesia no solo la necesidad sino la bendición de la disciplina y como esta se desarrolla durante el transcurso de la iglesia.

Veremos por tanto nuestro texto a la luz de estos tres cortos encabezados:

  • El pecado (1-4)
  • La disciplina (5-10)
  • Los resultados (11-16)

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