Hechos 2:14-40
La semana pasada estuvimos hablando acerca de la misión y propósito de la iglesia y cómo este ha sido declarado en la Biblia. Dios ha diseñado a la iglesia para que mostrar por medio de ella Su gloria a los confines de la tierra y todo cuando existe; nuestra conclusión fue que toda iglesia debe perseguir esa misión, pero ¿Cómo es que eso se lleva a cabo? ¿Cómo pueden hombres comunes y corrientes proclamar la Gloria de Dios a Jerusalén, Samaria y lo último de la tierra? La respuesta es la que nos lleva hoy a estudiar uno de los elementos más importantes en una iglesia conforme a la Biblia: la predicación de la Palabra de Dios.
Todo lo que una iglesia local es descansa en la firmeza o debilidad de su púlpito. La predicación es uno de los medios de gracia por medio de la cuál la iglesia se edifica mutuamente a fin de parecerse más a Cristo. Aunque la predicación ya existía en cierta forma en las sinagogas en los tiempos de Jesús y de hecho la vemos como la forma en la que Dios hablaba a su Pueblo, en la iglesia vemos que se desarrolla más plenamente; ella no solo es el medio de instrucción acerca de lo que Dios quiere que haga, sino que ahora es un medio para la exaltación de la obra de Cristo y la proclamación de Su Gloria,.
Definir la predicación no es una tarea fácil, pero en lo personal la definición hecho por el pastor Sugel Michelén me satisface:
Predicación es la comunicación en forma de discurso oral de un mensaje extraído de las Sagradas Escrituras a través de una exégesis cuidadosa, transmitido con autoridad, convicción, denuedo, pasión, urgencia y compasión, a través de toda la personalidad de un hombre llamado y calificado por Dios, bajo la influencia y el poder del Espíritu Santo, con el fin de suplir las necesidades de un auditorio.
Por supuesto la base de nuestro sermón hoy será la Palabra de Dios, peor puedo dejar pasar por alto la manera en que algunos ya han intentado poner en orden el significado de lo que la palabra predicar involucra. En definitiva, no estamos frente a una mera comunicación fría o carismática de un hombre a una multitud en silencio, no se trata de un monólogo, sino del medio por el cual Dios ha escogido edificar a Su iglesia y hacer que Su Gloria sea proclamada.
Hoy veremos lo que es considerada la primera predicación oficial luego de la ascensión de Cristo. El primer sermón de la iglesia del Nuevo Testamento y aunque estamos claros que no es una instrucción acerca de lo que una iglesia debería considerar como predicación con todos los detales, si nos provee los elementos necesarios que más adelante serían desarrollados como típicos de la predicación en una iglesia sana. En efecto, esta forma de predicar de Pedro se convertiría en un patrón que los demás apóstoles desarrollarían en el transcurso de su ministerio y que nosotros hacemos bien en considerar.
Así que veremos nuestro texto a la luz de nuestros ya acostumbrados 3 encabezados
- El carácter del mensajero (Hch 2:14)
- El carácter del mensaje (Hch 2:15-36)
- La respuesta al mensaje (Hch 2:37-40)