Oración paciente y acción diligente | Nehemías 2:1-10

Actuar sin oración es necedad y orar y no actuar es negligencia.
Hay varias cosas que hemos venido aprendiendo desde el primer capítulo en la persona de Nehemías. Vimos cómo es alguien que nos modela aflicción genuina al ver la condición del pueblo de Dios, una disposición y actitud de renuncia a su comodidad a fin de servir a otros, pero también una vida de oración perseverante como lo ampliaremos en un momento.

Aunque hemos visto las múltiples formas en la que esta historia nos conduce al glorioso Evangelio del Señor, no quiero que pasemos por alto las maneras en la que la vida de Nehemías es un modelo para nosotros relacionado con nuestro llamado al servicio o de cómo nos relacionamos con el Señor. Y mientras seguimos leyendo su diario, nos iremos identificando aún más con algunas prácticas que conviene considerar para nuestro provecho espiritual.
Estando ya en el capítulo 2, Nehemías está listo PRA convertir su oración angustiosa en una acción en favor de su Pueblo, así que desde su intervención ante el Rey Artajerjes y su salida rumbo a la reconstrucción del pueblo de Dios, veremos tres cosas interesantes en la vida de Nehemías para nuestro provecho:

• Su oración paciente (1-3)
• Su acción diligente (4-8)
• Su respuesta a la oposición manifiesta (9-10)

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