Ordenamiento jurídico sagrado

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En el contexto del derecho y las leyes modernas se usa la expresión “normativa” o “reglamentación” para referirse al conjunto de normas detalladas que se emiten para explicar y guiar la aplicación de una ley más general y esto resulta muy útil porque ayuda a aplicar justicia en casos muy particulares que a su vez funcionan como un precedente para futuras situaciones iguales o similares, haciendo que el trabajo de legislar sea menos complejo.  

En el capítulo 20 del libro de Éxodo vimos las 10 grandes leyes que iban a guiar al pueblo de Israel en su forma de adoración y su relación unos con otros ahora que eran una nación libre. Pero se iba a necesitar mucho más detalle al respecto de cómo tales leyes iban a aplicar en situaciones específicas de convivencia porque la vida en comunidad es compleja. Así que, los capítulos 21 al 23 son la “normativa” o la “reglamentación” de los 10 mandamientos. 

Una de las tentaciones que enfrentamos al llegar a esta sección es creer que como estos aspectos de la ley de Dios han sido en su gran mayoría abolida y reemplazados por las normas civiles de cada país en el que ahora vivimos, entonces Dios no tiene nada que decir, pero eso es un error. Hay muchos principios de sabiduría en estas leyes; pero, sobre todo, estas leyes reflejan el carácter de Dios y contienen principios de valiosos que sí están vigentes para nosotros y son necesarios para la vida en comunidad, independientemente del lugar donde nos encontramos. 

Y ese es el argumento que quiero proponerles para esta compleja sección que estamos llamados a abordar en las siguientes semanas.

Los detalles específicos de la ley reflejan la justicia de Dios y favorecen la vida en comunidad.

Y vamos a desarrollarlo a la luz de las siguientes ideas:

  1. La justicia de Dios demanda un trato digno unos con otros (1-11)
  2. La justicia de Dios demanda castigo por la culpa (12-25)
  3. La justicia de Dios demanda responsabilidad individual (26-36)

Aunque para efectos del sermón de hoy, solo nos ocuparemos del primer aspecto de los tres:

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