Parábola del mayordomo infiel (Lucas 16-1-13)

Estas son las notas de uno de los sermones de la serie de sermones escogidos que nos habla acerca de que nada de lo que tenemos nos pertenece, todo pertenece a nuestro Señor, quien nos demanda ser mayordomos fieles y justos porque le daremos cuentas a Él.

El liderazgo y la administración de los recursos que Dios nos da son temas recurrentes en las enseñanzas de Jesucristo. La parábola del mayordomo infiel es un ejemplo poderoso de cómo debemos gestionar lo que se nos ha confiado.

Pete Kyleno, un exmilitar del ejército británico, ganó aproximadamente 7 millones de dólares en la lotería el 29 de enero de 2005. Con su fortuna, compró una mansión, autos de alta gama, barcos y financió viajes costosos. Sin embargo, en solo tres años, Kyleno volvió a la pobreza y terminó trabajando como conserje en un hostal. Este ejemplo de mala administración resalta la importancia de ser buenos mayordomos de los recursos que se nos confían. Aunque no todos tendremos la experiencia de ganar una lotería, como le sucedió a Pete Kyleno, la esencia de la buena administración de los recursos sigue siendo relevante.

1. La Parábola (Lucas 16:1-7)

Los Personajes

El Hombre Rico: Representa a una persona adinerada que confía sus bienes a un mayordomo. En el contexto de la parábola, esta figura es común, similar a los terratenientes de la época.

El Mayordomo Infiel: El protagonista de la historia, encargado de administrar los bienes del hombre rico. Se le describe como infiel o injusto, reflejando su mala gestión de los recursos.

Los Deudores: Individuos que deben insumos producidos en la finca administrada por el mayordomo. Son parte integral de la historia, mostrando las interacciones del mayordomo con quienes tienen deudas.

La Historia

El hombre rico recibe una denuncia sobre los malos manejos de su mayordomo y le pide cuentas. Aunque el hombre rico actúa precipitadamente al despedir al mayordomo antes de una auditoría completa, esto le da al mayordomo tiempo para planear una estrategia para asegurar su futuro.

Ante la perspectiva del desempleo, el mayordomo reduce las deudas de los deudores para ganar su favor. Por ejemplo, reduce a la mitad una deuda de 3,800 litros de aceite de oliva y rebaja un 20% una deuda de 37,500 litros de trigo. Estos actos, aunque deshonestos, aseguran que los deudores le ayudarán en el futuro.

Punto de reflexión: La parábola menciona términos como dinero, mayordomos y el señor de la casa, similares a la parábola del hijo pródigo. Ambos personajes malgastan recursos pero tienen diferentes desenlaces. Jhon MacArthur comenta que, a diferencia del hijo pródigo, el mayordomo infiel usa su astucia para asegurarse un futuro.

2. La Explicación de la Parábola (Lucas 16:8-13)

Lección de Astucia

Jesús elogia la sagacidad del mayordomo infiel, no su deshonestidad. El amo del mayordomo, también un villano, reconoce la astucia de su administrador, mostrando la condición caída del ser humano. Jesús señala que los incrédulos son a menudo más sagaces en sus asuntos mundanos que los creyentes en los asuntos del Reino de Dios.

Usar los Recursos para el Reino de Dios

Jesús cuestiona el uso de las riquezas para acumular bienes terrenales. En lugar de esto, los creyentes deben usar lo que tienen para atraer a los pecadores al arrepentimiento y avanzar el Reino de Dios.

Mamón: La palabra aramea para riquezas, personifica al dios del dinero. Jesús advierte que el dinero puede convertirse en un tirano y que los discípulos deben servir a Dios con honestidad y no al dinero.

Roberto Arthington, un ejemplo de mayordomía cristiana, vivió austeramente para donar 500,000 libras esterlinas a las misiones, demostrando que los recursos deben usarse para el avance del Reino de Dios.

Servicio Exclusivo a Dios

Jesús es claro: «Ningún siervo puede servir a dos señores». Los fariseos creían que las riquezas eran señal de bendición divina, pero Jesús condena el amor a la riqueza y la devoción al dinero. Como señala 1 Timoteo 6:9-10, el amor al dinero es la raíz de muchos males.

Proverbios 30:8-9: Este pasaje resalta la necesidad de depender de Dios y no de las riquezas.

Aplicaciones Prácticas

  1. Mayordomía Cristiana: Todos los creyentes somos mayordomos de los recursos de Dios y debemos administrar lo que se nos ha dado con sabiduría y responsabilidad.
  2. Astucia y Previsión: Debemos ser sagaces y previsores como el mayordomo infiel, pero en el contexto del Reino de Dios.
  3. Exclusividad en el Servicio: No podemos servir a Dios y al dinero. Debemos elegir a quién servimos.
  4. Uso de Recursos para el Reino: Los bienes que Dios nos da deben usarse para Su Reino, no para nuestro beneficio personal.
  5. Reflexión Personal: ¿A quién servimos? Cristo nos llama a arrepentirnos y a servirle con fidelidad.

En conclusión, la parábola del mayordomo infiel nos enseña sobre la mayordomía cristiana y la correcta administración de los recursos que Dios nos confía. Debemos usar nuestros bienes para el avance del Reino de Dios, mostrando fidelidad y sabiduría en nuestra mayordomía.

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