El Señor es mi protector (Salmo 121)

imagen de niño mirando al cielo buscando la protección de Dios y la cita bíblica de Salmo 121
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Estas son las notas de uno de los sermones de la serie de sermones escogidos. que nos habla acerca de la protección de Dios, y nos muestra al Señor como nuestro protector en todos los aspectos de la vida. Él cuida de nosotros constantemente, sin descansar, y es nuestra ayuda en momentos de dificultad. Aunque enfrentemos peligros físicos y espirituales, Dios nos guarda y nos guía, asegurando nuestra seguridad y bienestar desde ahora y para siempre.

El Salmo 121 hace parte de la colección de salmos que inicia con el Salmo 120 hasta el Salmo 134, son 15 Salmos que son llamados “Cánticos Graduales” o como los tradujo Martin Lutero “los Salmos graduales” o “Cánticos para el Coro de Ascenso”, un destacado erudito Hebreo lo tradujo como “ Canciones de las caravanas de peregrinos” o “marchas hacia el hogar” en la época en la que el pueblo de Israel estaba esparcido por diferentes lugares, Dios les había requerido que tenían que realizar tres viajes a anuales  a Jerusalén, el cual había sido el lugar que Dios eligió para que se le adorará  (Deuteronomio 16:16-17 – 2 Crónicas 6:6-8), estos viajes eran para celebrar tres fiestas muy importantes para el pueblo de Israel;  la Pascua, Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos, cada una de estas fiestas recordaban la obra  de Dios en favor de su pueblo Israel, en su viaje a Jerusalén familias completas viajaban para ir a adorar al templo (Lucas 2:41-50 Jesús viajó Jerusalén con sus padres) así que estos salmos eran entonados tres veces al año durante el viaje de los peregrinos que iban a adorar a Jerusalén.

En cuanto el viaje; En los tiempos bíblicos, un viaje por tierra era algo bastante difícil de realizar. No se viajaba por placer, como es común en días actuales. En una época sin las facilidades ofrecidas por los aviones, trenes y autobuses, había que ir por el desierto —un viaje normal que atravesaba una zona mayormente árida y montañosa—. Ir de una ciudad a otra o de un reino a otro, solo se realizaba por motivos políticos, de negocios o en este caso por obediencia al mandato del Señor.

La razón es que había peligros de muchas clases: de la naturaleza (tempestades, sequías, altas temperaturas) y peligros del hombre. El desierto nunca fue una zona segura y pacífica. Estaba lleno de asaltantes, ladrones dispuestos a cualquier cosa. Teniendo en cuenta todo este contexto hay algo que el autor tiene en mente al entonar este salmo y seguramente por experiencia del viaje que en otras ocasiones había hecho. Es por eso que el título de nuestro sermón de hoy es “El Señor es mi protector”. Y la verdad que quiero que quede en sus mentes y sus corazones es esta: El Señor es tu protector y Él guardará tu vida desde ahora y para siempre

Después, arreglar maletas, comprar tiquetes, preparar el vehículo etc. ¿qué es lo primero que hacemos como creyentes antes de salir de viaje? No importa si has preparado tu viaje desde hace mucho tiempo, no importa si has hecho un presupuesto para el viaje, no importa si has revisado el estado del carro (llantas, kit de carretera, etc.), no importa si has revisado el pronóstico del clima. Lo primero y más importante que hace un creyente antes de un viaje es orar, poner su viaje en manos de Dios que es el único con el poder de librarlo de los peligros que están más allá de su débil control, y es que a pesar de todas las precauciones de seguridad que pudiéramos tomar por tratar de salvaguardar nuestra integridad física, los creyentes entendemos que hay un plano más allá en el que nosotros no podemos tener control y tiene que ver con lo que sucederá en el futuro, como también aquellos sucesos que pueden escaparse de nuestro poder para enfrentarlos, es por eso que en el único que podemos poner nuestra confianza es en Dios que es Omnisciente y todo Poderoso.

Quizás han escuchado que cuando se trata de viajar seguro, viajar en avión es lo más recomendable, estadísticamente es la forma más segura de viajar. El vuelo 370 de Malaysia Airlines (MH370) también designado como vuelo 748 de China Southern Airlines 34 fue un vuelo internacional regular de pasajeros desaparecido el 8 de marzo de 2014 donde viajaban 239 personas (227 pasajeros y 12 tripulantes). Desde el momento en que se perdió contacto con el avión, se inició y desarrolló una operación de búsqueda y rescate que ha sido considerada la más larga de la historia, así como «una de las operaciones de investigación y búsqueda más difíciles y costosas de la historia de la aviación”. Tras varias semanas de búsqueda en aguas del golfo de Tailandia y sus alrededores, donde se presuponía que habría caído el avión, nuevas pistas indicaron que el avión había seguido rumbo al Sur adentrándose en el océano Índico lejos de tierra firme, tanto la ubicación de los restos del avión como las causas del accidente siguen siendo desconocidas. El hecho fue calificado por algunos medios de comunicación de un «suceso sin precedentes en la aviación moderna», como «uno de los mayores misterios de la historia de la aviación», o «el mayor misterio de la aviación civil de la historia».

En 2017 tras más de tres años desde la desaparición del avión, el informe final considera «socialmente inaceptable» que hoy en día un avión comercial pueda desvanecerse y que «el mundo no sepa qué fue de él y de las personas que iban a bordo». Finalmente, el 17 de enero de 2017 se suspendió la búsqueda, pero se dejó abierta la posibilidad de reiniciarla si se encontraban nuevas pistas.

¿Porque traigo a colación este suceso?, 239 personas que se prepararon para un viaje con la intención de poder llegar a su destino, pero esto no sucedió, como vimos a el día de hoy no hay rastro de ellos, lo cierto es que en un viaje cualquier cosa puede suceder y de estas cosas hay muchas de las no podremos tener el control nunca, pero de una cosa podemos estar seguros los que hemos puesto nuestra confianza en el Señor que es Soberano y es que por muy confusa e inentendible que parezcan las circunstancias, Dios sigue teniendo el control y la usará absolutamente todo con el único propósito de llevar a cabo su obra y Él sea el único glorificado y exaltado.

No hay duda de que Dios guarda de peligro la integridad física de sus hijos, pero si lo vemos desde el punto de vista espiritual (y no podemos dejar de verlo así), a partir del nuevo nacimiento todo creyente emprende un viaje lleno de desafíos en cuanto a su fe, tentaciones, pecados, caídas, pero Dios ha prometido que Él es poderoso para salvarte y que estará con nosotros siempre y que la buena obra que inició en nosotros la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús y todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo serán preservados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Vamos a ver este Salmo en dos secciones.

  1. El Señor es tu ayudador (vv. 1-2)
  2. El Señor es quien te protege y guarda para siempre. (vv. 3-8)

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