Un Llamado a Seguir al Hijo de Dios

Una de los conceptos bíblicos más mal usados hoy en día es el relacionado con el discipulado y más específicamente con seguir a Jesús viviendo la misión de Jesús.

Si saliéramos a la calle ahora mismo no y preguntáramos a las personas si se consideran seguidores de Jesús ¿cuáles creen que sea la respuesta más común? Si. Esa, la gente diría que sí es seguidora de Jesús. (Entienda por seguidor de aquí en adelante un discípulo y viceversa.)

La razón es que muchos de ellos no ven seguir a Jesús como algo parecido a simpatizar con un político de turno o algún personaje de la historia. Lo cierto es que en la biblia seguir a Jesús está asociado a un llamado, a una respuesta de nuestra parte, pero sobre todo a una misión.

En los versículos anteriores vimos como Jesús se presenta como el Mesías, el hijo de Dios y como eso es testificado por Juan el Bautista y por el mismo Dios desde los cielos.

Luego vimos algo sobre la misión y un resumen de lo que sería el ministerio del Señor: llamar a los pecadores al arrepentimiento y anunciar el evangelio del Reino.

Podemos caer en la tentación de ver los versículos que nos ocupan hoy como desprendidos del contexto o de lo que se desarrolla en todo el libro, pero hay una razón por la cual Marcos incluyó esto aquí y nosotros no podemos ignorar la relación que hay entre la proclamación del Reino y la invitación de unos hombres comunes y corrientes para seguir al Señor.

Jesús está considerando algo importantísimo aquí: él vino a anunciar el mensaje del Reino y a llamar a los pecadores al arrepentimiento, pero él no lo hará solo, lo hará por medio de hombres comunes y corrientes que van a servir, así como él mismo vino a servir.

Con eso en nuestras mentes, vamos ahora sí a considerar nuestro texto a la luz de nuestros acostumbrados 3 encabezados. Veremos:

El llamado, la respuesta al llamado y la misión que implica el llamado.

Lo que vamos a hacer hoy es peculiar. Vamos a considerar los dos episodios de nuestro texto como uno solo y consideraremos cada uno de los elementos.  Así veremos:

El llamado de Simón y Andrés y el llamado de Jacobo y Juan La respuesta de Simón y Andrés el llamado de Jacobo y Juan La misión para Simón y Andrés y para Jacobo y Juan

Descargar sermón:

Comparte este sermón: