Esto perfectamente podría ser el argumento para una película de lucha o boxeo:
Un hombre que pierde a su familia y un día en la calle es golpeado por una pandilla, un entrenador de boxeo retirado lo ayuda y comienza a prepararlo, en medio de muchas dudas y temores se convierte en un gran peleador, hasta el punto que disputa el título mundial. Se ha entrenado duro, bajo el sol y la lluvia, el día indicado llega y comienza la pelea y el primer round es demoledor; recibe golpes como nunca en su vida y es salvado por la campana. En el segundo round la historia no cambia; hasta que en la esquina, su viejo entrenador lo alienta, le habla de su familia y repente comienza a recordar sus entrenamientos y el motivo por el que estaba allí; así que con fuerzas de donde no tiene, camina a la lona y vence al invencible contrincante. Fin.
Quise usar esta historia ficticia para recrear algunos paralelos de la confrontación que hemos estado presenciando entre Faraón y Moisés; si esa fuera nuestra historia, diríamos que en el primer round Moisés quedó tendido en la lona y Faraón celebra porque cree que ganó.
Moisés termina su primer intento con estas palabras:
“Entonces Moisés se volvió al Señor, y dijo: «Oh Señor, ¿por qué has hecho mal a este pueblo? ¿Por qué me enviaste? Pues desde que vine a Faraón a hablar en Tu nombre, él ha hecho mal a este pueblo, y Tú no has hecho nada por librar a Tu pueblo».”
Éxodo 5:22-23 NBLA
Él se siente fracasado y perdido y está convencido que haber desafiado a Faraón fue una mala idea. Pero él necesita recordar por qué está allí y por qué está haciendo lo que está haciendo, así que, ahora, nos vamos a la esquina del ring, donde Dios va a volver a hablar con Moisés para poner la cosa en orden. Él había olvidado lo más importante, no era su pelea, era la de Dios.
Esta porción, que va desde el versículo 1 del capítulo 6 y hasta el v7 del capítulo 7 nos muestra tres momentos del plan o la estrategia de Dios para rescatar a Su pueblo y mostrar a Faraón su poder: en la primera parte él le declara nuevamente su plan a Moisés y reafirma sus motivos y propósito, luego vemos un paréntesis donde se presentan a Moisés y Aarón como aquellos a quienes Dios usa para ejecutar su plan y finalmente da instrucciones específicas de cómo se va a desarrollar.
- Dios y su plan (6:1-13)
- Los instrumentos para ejecutar el plan (6:14-27)
- Los detalles del plan (6:28-7:7)