Se define como sesgo de autoconfianza o efecto de sobre confianza al sesgo cognitivo que aparece en nuestra toma de decisiones cuando existe un elevado componente de incertidumbre.
Daniel Kahneman, un sicólogo judio-estadounidense que ha dedicado su vida al estudio del comportamiento del hombre en la toma de decisiones especialmente en el área de la economía y las finanzas, lo ha resumido con las siguientes palabras: lo que ves es todo lo qué hay. Es decir, la persona con exceso de autoconfianza toma decisiones basada en el que conocimiento que se asume que se tiene sobre algo, sin considerar otros factores, incluso las experiencias pasadas. Es actuar como si todo fuera a salir como lo esperas solo porque tú crees que así será. Muchos inversionistas por ejemplo, ponen todo su dinero en acciones solo confiando en lo hábiles que son y cómo está comportándose el Mercado en las últimas semanas; pero luego viene una pandemia o una crisis y pierden todo su capital y quedan en ruina. En banca rota. Muchos de estos hombres que confiaron demasiado en sí mismos terminan con serios problemas mentales o peor aún en el suicidio, como sucedió en la gran crisis de 2008 en los Estados Unidos.
Este efecto de autoconfianza se ve mucho también en los hombres que al ser preguntados si ellos son buenos conductores, usualmente responden que si, incluso mejores comparados con otros; sin embargo, un alto porcentaje de accidentes en el mundo ocurren porque los conductores confían demasiado en sus habilidades.
Y yo sé que debes estar preguntándote, qué tiene que ver esto de la sobre confianza con una iglesia problemática del primer siglo y yo te diré; muchísimo.
Pablo sigue hablando todavía del tema de la libertad cristiana y después de haberse puesto como un ejemplo de cómo usar la libertad, renunciando incluso a sus derechos como apóstol por ganar a otros; ahora Pablo procede a advertir el peligro de NO usar sabiamente la libertad y de confiarse demasiado en tener el conocimiento correcto. Los de Corinto, recuerden ustedes, se jactaban de entender el evangelio y de tener mucho conocimiento teológico, pero eso los estaba acercando a un abismo terrible; el abismo de vivir en pecado y perderse en el camino hacia la eternidad. Para ello, Pablo se vale del ejemplo de Israel, los cuales se confiaron de haber sido libertados por Dios y de ver a Dios entre ellos; pero ese exceso de confianza los condujo al pecado y a morir en el desierto.
Así que lo que va a hacer el apóstol es poner a los de Corinto frente al espejo de Israel, para advertirles que no imiten su mal ejemplo para que no sean desechados. Y este es el punto principal de nuestro sermón: no debemos usar nuestra libertad con demasiada confianza, como si ya lo supiéramos todo, porque nos puede pasar lo que le pasó a Israel, que terminó desobedeciendo y deshonrando a Dios y murieron antes de heredar la promesa.
Veremos entonces nuestro texto a la luz de los siguientes encabezados:
- Israel como un buen ejemplo de comunión con Cristo
- Israel como un mal ejemplo de autoconfianza
- Advertencia contra los peligros de la autoconfianza de Israel
