La Revelación del Hijo de Dios

Los años 1938-1945 son conocidos como “la era de oro” de los comics. Es la época en la que comenzaron a escribirse las primeras historietas sobre superhéroes, una de ellas, la de Superman escrita precisamente en 1938.

Una de las características de estos héroes de ficción y otros que fueron surgiendo con el paso de los años, es que parte de su esencia estaba en una identidad secreta. Por un lado llevaban una vida normal y por el otro eran hombres superpoderosos y enmascarados, aunque los lectores conocían la identidad del héroe, en la historia solo unos pocos llegaban a ese privilegio.

Pues bien, la Biblia está construida de manera tal que el héroe de la historia, aunque es anunciado desde mucho antes de su aparición, en un momento cumbre se identifica como el salvador y es precisamente eso, su identidad, lo que hace que sea salvador.

Nosotros hemos estado viendo como a pesar de dar muchas evidencias de su identidad, sanando a muchos enfermos y libertando a muchos endemoniados, todavía muchos eran como ciegos acerca de la identidad y el papel de Jesús en ese momento de la historia, incluso algunos de sus discípulos aun no podían verlo con total claridad, ni siquiera habiendo estado tanto tiempo caminando con él.

En el pasaje anterior, nosotros vimos como Jesús ilustró por medio del milagro de un ciego el estado de algunos al respecto de quién es él. Algunos que no lo pueden ver en lo absoluto por la dureza de sus corazones, otros que lo ven borroso, no con total claridad debido al afán y un pensamiento mundano, pero vimos también, como por medio de la intervención de Dios, él podía ser revelado con toda claridad a aquellos sobre los cuales a él placiera.

Pues es eso lo que veremos hoy, como Jesús es revelado con claridad en cuanto a su identidad, inicialmente a sus discípulos. Este es uno de los pasajes centrales del Evangelio de Marcos y tal vez uno de los episodios más importantes del ministerio de Jesús antes de su muerte y resurrección, la revelación de su identidad como el Mesías, el Hijo de Dios. Este pasaje divide el libro en dos. La primera parte es acerca de la identidad del Hijo de dios como el Mesías, la cuál ha venido mostrándose de manera gradual en medio de gran oposición; después de esta declaración, la cuestión es acerca de la necesidad de seguir al Hijo de Dios y lo que eso traerá como consecuencia.

Veremos entonces nuestro texto a la luz de los siguientes puntos:

  • La pregunta sobre la identidad del Hijo de Dios
  • Las Respuestas incorrectas sobre la identidad del Hijo de Dios
  • La Respuesta acertada sobre la identidad del hijo de Dios

(Te invitamos a ver la enseñanza completa en el enlace que se encuentra dentro de esta publicación, o seguir leyendo descargando el archivo Pdf de la enseñanza)

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