¡Cuidado con el Favoritismo en la Iglesia!

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Nepotismo se define como la «utilización de un cargo para designar a familiares o amigos en determinados empleos o concederles otros tipos de favores, al margen del principio de mérito y capacidad». Aunque la palabra pueda no ser muy familiar, su significado sí lo es. Es básicamente corrupción, y la vemos con preocupante normalidad en las esferas de nuestros gobiernos.

Pero esta práctica no es exclusiva de la política; también se manifiesta en todo tipo de organizaciones, incluyendo la iglesia, especialmente cuando esta se ve como una forma de obtener beneficios, ya sea reconocimiento o ganancia económica.

El llamado de Pablo a poner orden en la iglesia

A lo largo de la primera carta a Timoteo, el apóstol Pablo busca poner en orden la casa del Señor, su iglesia, la cual se había visto afectada por la corrupción interna de sus líderes. Pablo le pide a Timoteo que se asegure de exhortar sobre cómo deben ser las cosas según el orden de Dios y lo que era seguido en las iglesias en cuanto al culto, los requisitos para los líderes y las relaciones dentro de la congregación.

Timoteo tenía una gran responsabilidad; era el «agente interventor», por así decirlo, y su misión involucraba no solo corregir sino también ser ejemplo. Sin embargo, Pablo sabía que Timoteo, como cualquier hombre, podía ser tentado a ver estos problemas en la iglesia como algo superficial. Con el paso del tiempo o el peso mismo de la realidad que tenía que enfrentar, podía caer en el mismo círculo de corrupción que había sido llamado a corregir.

Por eso, al cierre de esta sección, Pablo le da recomendaciones específicas sobre cómo cuidarse en su relación con los demás, especialmente no caer en favoritismos y evitar nombrar en el ministerio a personas que no estuvieran aptas o que no cumplieran con los requisitos. Asimismo, lo llama a cuidar de su salud, para que el ejercicio de su labor no se vea entorpecido.

Argumento central: El líder de la iglesia debe guardarse de favoritismos y también debe cuidar su salud.

Una advertencia a no caer en favoritismo

Pablo comienza con una enérgica advertencia:

«Te encargo solemnemente en la presencia de Dios y de Cristo Jesús y de Sus ángeles escogidos…»
—1 Timoteo 5:21

Timoteo está siendo puesto bajo juramento, lo que muestra la seriedad con la que debía abordar cada una de las recomendaciones. Esta instrucción no se refiere solo a lo visto en el texto anterior sobre no aceptar acusaciones contra un anciano, sino que abarca todo lo tratado desde el capítulo 3: las relaciones entre hombres y mujeres, el cuidado de las viudas, las relaciones entre los hermanos y la relación de la iglesia con sus pastores. En todo ello, Timoteo debía guardarse de no hacer nada con prejuicio.

La responsabilidad de administrar sin prejuicios

La iglesia, aunque es administrada por hombres, estos deben dar cuenta de la manera en que lo hacen. Todos los que Dios pone a cargo de administrar la iglesia deben rendir cuentas al Señor en el día del juicio. Las cosas del Señor no deben tomarse a la ligera; Él ha dejado Su Palabra como guía de cómo deben hacerse las cosas, incluso en los detalles que nos parezcan más insignificantes.

No imponer las manos con ligereza

Una forma en que Timoteo podía caer en este pecado de favoritismo era apresurándose a respaldar para el ministerio a personas que no cumplían con los requisitos. Aunque la iglesia participaba en la elección y aprobación de los candidatos al ministerio, había una responsabilidad del anciano o líder de respaldar o endosar la decisión de la iglesia.

El papel de los pastores es el de afirmación, y esto se hacía por medio de la imposición de las manos. Esta práctica era una forma de oficializar el inicio del ministerio de una persona en la iglesia, similar a cómo se hacía con los reyes y sacerdotes.

¿Por qué era tan importante no apresurarse? Porque si la persona ordenada caía en pecados descalificantes que pudieron ser advertidos, entonces Timoteo sería responsable. Tener un pastor no es un proceso de selección ligero; requiere de mucho discernimiento y paciencia.

La importancia del tiempo en la evaluación

Es esencial que una iglesia tenga más de un pastor, pero también es crucial que se tome el tiempo necesario para evaluar a los que han de considerarse candidatos. El tiempo ayuda a ver:

  • Cómo la persona se relaciona con la iglesia.
  • Su conducta familiar.
  • Sus disciplinas espirituales.
  • Su relación con las Escrituras.
  • Su competencia como líder.

El tiempo es un elemento en la evaluación de un candidato al ministerio que no puede ser reemplazado. A veces, en el afán por cumplir con el requisito de tener varios pastores, se comete el error de poner personas que aún no están listas, lo cual termina siendo un problema para la iglesia y para la misma persona y su familia.

Pablo lo explica así:

«Los pecados de algunos hombres ya son evidentes, yendo delante de ellos al juicio; pero a otros, sus pecados los siguen. De la misma manera, las buenas obras son evidentes, y las que no lo son no se pueden ocultar.»
—1 Timoteo 5:24-25

Algunas personas muestran rápidamente si son o no aptas para el ministerio, mientras que con otras es necesario más tiempo. Ya sea para observar si son aptos o no, la paciencia es clave.

Una advertencia a cuidar de la salud

Después de esta advertencia sobre el favoritismo, Pablo le da a Timoteo otra instrucción:

«Ya no bebas agua sola, sino usa un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.»
—1 Timoteo 5:23

A simple vista, puede parecer que no hay relación entre el favoritismo y los cuidados estomacales, pero podemos sugerir que se trata de un llamado a cuidar su salud para no estorbar su servicio. Es decir, Timoteo debía evitar que una mala salud le impidiera cumplir con su misión de poner en orden la casa de Dios.

El cuidado del cuerpo en el servicio a Dios

Timoteo padecía de una enfermedad estomacal. Dado que el agua en las regiones de Asia Menor no era potable, Pablo le recomienda usar un poco de vino para diluirla y aprovechar sus propiedades antisépticas. Es importante notar que Pablo no está promoviendo la embriaguez; ya había hablado de cómo eso podía ser descalificante para el ministerio.

Esta instrucción muestra que, aunque Pablo podía orar por la salud de Timoteo, no estaba en contra de utilizar recursos médicos. La fe no riñe con los medios que Dios ha dado para traer sanidad.

Un Llamado Relevante Hoy

Este llamado es muy relevante en nuestros días, donde el mundo se divide entre quienes viven obsesionados con no envejecer y quienes se entregan al descuido de sus cuerpos. Se espera de todos los creyentes, pero especialmente de los líderes, que sean cuidadosos con su cuerpo y su salud.

El predicador escocés Robert Murray M’Cheyne, quien murió a los 29 años, dijo en su lecho de muerte:

«Dios me dio un caballo y un mensaje; he matado al caballo y ahora no puedo llevar el mensaje.»

Los líderes tenemos la responsabilidad delante del Señor de cuidar del rebaño de Dios y debemos hacer todo lo posible por mantenernos con la fuerza suficiente para hacerlo. Nuestro descuido físico puede ser un estorbo para servir al Señor como quisiéramos.

No se trata de ser deportistas de alto rendimiento, pero sí de tener el cuidado necesario de nuestras disciplinas, con el fin de no obstaculizar la misión que se nos ha encomendado.

Como vemos, Dios ha encargado el cuidado de Su iglesia a hombres frágiles, susceptibles a caer en favoritismos y a las debilidades físicas. Pero estos son llamados a poner todo lo necesario en ser fieles y cuidadosos a fin de cumplir el llamado del Señor.

A Dios le importa la iglesia, pero también quienes cuidan de ella.

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