Nota del editor: Este es el tercer artículo de la serie: un análisis del pentecostalismo unicitario. El trabajo está escrito originalmente en inglés por Fred Sanders y traducido por el equipo de El Evangelio y Nada Más.
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Normalizando relaciones con una teología anormal
Si el pentecostalismo unicitario, y especialmente la Iglesia Pentecostal Unida Internacional, está entrando en una fase más amable y apacible en la cual minimiza sus diferencias con la teología ortodoxa, esto es tanto una señal de peligro como de posibilidades. Es peligrosa porque los maestros unicitarios cautivantes y elocuentes pueden hacer proselitismo en iglesias trinitarias, promoviendo sus opiniones en cada oportunidad. A medida que aprendan la retórica del mutuo acuerdo, y del diálogo no condenatorio, estos maestros unicitarios paulatinamente se volverán atractivos para los evangélicos del común. Cada vez que persuaden a un grupo evangélico del común de aceptarlos, esta aceptación se añade a su creciente lista de “evangélicos que nos dieron el sello de aprobación”:
Las Emisoras Religiosas Nacionales (National Religious Broadcasters), una rama de la Asociación Nacional de Evangélicos, han aceptado a individuos y grupos unicitarios como miembros. La Sociedad para Estudios Pentecostales (Society for Pentecostal Studies), una organización interdenominacional de eruditos pentecostales y carismáticos, también acepta como miembros a creyentes unicitarios, y uno de ellos recientemente sirvió como su presidente. La mayoría de las editoriales evangélicas y carismáticas publican y comercializan libros y música de pentecostales unicitarios. Emisoras de radio evangélicas en todo el mundo transmiten programas de pentecostales unicitarios, incluso Tiempo de cosecha (Harvestime), la emisión oficial de la IPUI (UPCI en inglés). (David K. Bernard, “Respondiendo a la acusación de sectarismo. Desde octubre-diciembre de 1993 en adelante, un programa trimestral para los ministros de la Iglesia Pentecostal Unida Internacional.)
De este modo, cualquier acuerdo o colaboración con grupos unicitarios probablemente será visto como aprobación. Aceptar miembros, clientes, empleados o estudiantes sin definiciones muy claras de dónde se deben poner los límites, sería añadir el nombre institucional de uno a una campaña publicitaria posterior por líderes unicitarios que argumentan que su perspectiva es aceptable para otros cristianos.
Por otro lado, junto con el peligro hay algunas posibilidades en el perfil amable y apacible. Será difícil para los maestros pentecostales hablar abiertamente sobre sus opiniones en una forma atractiva sin admitir muchos problemas en su legado histórico. Algo del trabajo avanzado que está ocurriendo en la Escuela de Postgrados en Teología Urshan (Urshan Graduate School of Theology) de la IPUI ya muestra señales de estar aproximándose al cambio real en dirección de la ortodoxia. Algunos eruditos allí están explícitamente abrazando la antigua doctrina calcedonia de las dos naturalezas de Cristo, lo cual es un gran logro para los unicitarios. Si sus opiniones son consideradas aceptables por la IPUI y sus iglesias, entonces el pentecostalismo unicitario habrá dado un paso considerable para aclarar su posición doctrinal. Hasta ahora, el único beneficio que he visto de esta aclaración es que nos permite enfocarnos más firmemente en los uno o dos puntos reales de división que quedan: la preexistencia de Cristo y la eterna existencia de la Trinidad en tres personas.
A medida que los representantes pentecostales unicitarios luchen por la aceptación de parte de los evangélicos, algunas veces serán motivados a restarle importancia a las diferencias. Vale la pena preguntar cómo manejarán las serias distorsiones doctrinales entre los de sus filas. Los años recientes ciertamente han presenciado el estallido de una controversia teológica importante en las filas de la unicidad: un puñado de pastores ha empezado a enseñar que Cristo no recibió un cuerpo de María, sino que Él lo trajo consigo del cielo. Esta Cristología de “carne divina” está llevando a los de la sede principal de la IPUI hacia la distracción, especialmente porque está centrada en el ministerio de unos pocos pastores en Etiopía, una iglesia a la que la IPUI le gustaría poder señalar como un símbolo de todo lo que es bueno, vital, y dinámico en su movimiento. Después de que hemos luchado sobre si los creyentes unicitarios son salvos, es gratificante poder observarlos luchar con una decisión similar con respecto a algunas ovejas descarriadas en su propio redil. En la providencia y cuidado de Dios por sus ovejas envueltas en este profundamente erróneo movimiento, vale la pena orar para que sus estudiosos comiencen a percibir los puntos de concordancia real como una señal de que el cristianismo normal es una buena tradición a la que deberían considerar volver a unirse. De igual manera, podemos orar que las exitosas celebridades unicitarias como T. D. Jakes y Tommy Tenney se den cuenta de que venden más libros y seminarios cuando predican y enseñan más como los cristianos normales. Si los compromisos doctrinales unicitarios sólo cierran puertas, y cada paso en dirección del cristianismo bíblico histórico abre puertas, quizás los líderes del movimiento serán impulsados a reconsiderar aún las diferencias fundamentales.
¿Un asunto de salvación? “Todo el que quiera salvarse…”
Inevitablemente, el asunto unicitario será planteado entre los evangélicos en términos de la salvación. “¿Es este un asunto de salvación?” es a menudo el argumento de apelación definitivo para los evangélicos. En primer lugar, déjeme señalar que aun si no fuera un asunto de salvación, todavía podría ser importante. Sólo en una cultura evangélica en la que la doctrina y la verdad no son consideradas relevantes a la vida cristiana, a pregunta “¿Es este un asunto de salvación?” podría funcionar como una revisión diagnóstica para cada conversación doctrinal, ya que la presuposición implícita es que debemos pensar muy poco acerca de cualquier cosa que no tenga que ver con el asunto de si usted va al cielo al morir. Algunas cosas pueden no ser asuntos de salvación, pero aún pueden estar fundamentalmente equivocadas y por lo tanto pueden evitarse. Un cristiano puede ser salvo e ir al cielo con un gran número de ideas equivocadas en la cabeza. Muchos creyentes han tenido experiencias impactantes en las cuales descubrimos alguna verdad teológica asombrosa e importante que de alguna forma se nos ha escapado a lo largo de años de vida cristiana. Muchos cristianos evangélicos creen, por ejemplo, que Jesús se despojó de su cuerpo humano cuando ascendió al Padre, deshizo la encarnación, y ya no es un ser humano. Esa es una creencia falsa, y leer Hebreos la corregiría rápidamente. ¿Es un asunto de salvación? No, pero si toda una iglesia comenzara beligerantemente a predicar la no-humanidad del Cristo ascendido, sería motivo para advertirles severamente que se estaban desviando.
En segundo lugar, si la pregunta es si los pentecostales unicitarios son cristianos evangélicos, entonces la respuesta es obviamente no, sin importar si este es o no un asunto de salvación. No es práctico hacer una distinción real entre “ser salvo” y “ser cristiano”, pero considere la brecha que puede existir entre el encuentro de una persona con Jesucristo y su habilidad de articular una adecuada definición de su experiencia cristiana. Conozco a un hombre que aceptó a Cristo hace veinte años en una iglesia unicitaria, y luego después de una década en esa iglesia, vino a darse cuenta que la Biblia enseña que Dios es eternamente trino en vez de lo que su iglesia le había enseñado acerca del Dios unipersonal que entra temporalmente en una forma de corporeización. Mi amigo cambió su teología antibíblica por un entendimiento bíblico, y cambió de iglesia. ¿Ese hombre ha sido cristiano durante diez años o veinte? Después de mucha reflexión personal, él describe su travesía espiritual en estos cuidadosos términos: “Hace veinte años, entré en una relación salvadora con Jesucristo, y hace diez años fui liberado de las enseñanzas sub-cristianas, antibíblicas acerca de quién es Él, y acepté en su lugar la verdadera doctrina cristiana”. Yo dudo en generalizar con base en este difícil y temeroso testimonio, pero estoy inclinado a decir que hay personas en iglesias unicitarias que son salvas al confiar en Jesucristo, pero están trabajando bajo enseñanzas estrictamente antibíblicas acerca de quien es Él. Adicionalmente, las iglesias en las que están no son iglesias cristianas.
En tercer lugar, la iglesia antigua de hecho habló fuertemente acerca de este asunto, y decidió que de hecho los esbozos generales sobre el cristianismo trinitario son necesarios para la salvación. El Credo Atanasiano del siglo V lo dice memorablemente:
Todo el que quiera salvarse,
debe ante todo mantener la Fe Universal.
El que no guardare ésta Fe íntegra y pura,
sin duda perecerá eternamente.
Y la fe universal es ésta:
Que adoramos a un solo Dios en Trinidad, y Trinidad en Unidad;
sin confundir las Personas, ni dividir la Sustancia.
Porque es una la Persona del Padre, otra la del Hijo
y otra la del Espíritu Santo.
Estas infames “cláusulas condenatorias” son difíciles de mantener frente a personas sinceras, y sinceramente equivocadas, quienes acuden a Cristo para salvación. ¿Qué habrá guiado a la Iglesia antigua a decir esto? Yo creo que tiene que ver con la cuestión de identificar a Dios. Si la pregunta es, “¿Quién es Dios y cómo puedo reconocerlo?”, entonces la respuesta cristiana es: “Dios es el Padre, Hijo y Espíritu Santo, un Dios para siempre”. Confesar a Jesucristo como Dios necesariamente implica que el verdadero Dios se debe ver reflejado en Jesucristo, y que incluye en su propio ser al Hijo eterno.
Es posible identificar al Dios correcto y aún así sostener algunas ideas equivocadas y antibíblicas acerca de Él. ¿Dónde está la línea entre adorar al Dios incorrecto, y adorar al Dios correcto de la forma incorrecta? En algún punto en nuestras comprensiones de Dios (que son nuestras respuestas humanas a su revelación), nos aproximamos a una línea más allá de la cual no estamos meramente teniendo algunas ideas erróneas acerca de Dios, sino que realmente estamos malinterpretando su propia identidad. Un cristiano debe ser capaz de entrar en una sala llena de supuestos dioses y seleccionar al Verdadero. El Verdadero es ese Ser divino quien en el Antiguo Testamento hizo claro que Él es uno y en el Nuevo Testamento hizo claro que como el único Dios, Él “existe eternamente como Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Fred Sanders es teólogo sistemático con un énfasis en la doctrina de la Trinidad y profesor de Biola University. Él y su esposa Susan tienen dos hijos, Freddy y Phoebe, y son miembros de Grace Evangelical Free Church de La Mirada, California. Fred escribió este artículo en 2005 y luego se publicó en la revista Countercult Apologetics Journal en 2006. Se hizo la traducción con base en la versión publicada en Scriptorium Daily el 3 de mayo de 2014 en http://scriptoriumdaily.com/oneness-pentecostalism-an-analysis/ Ha sido traducido con el permiso del autor.