Crecí en el norte de Minnesota en Estados Unidos en donde el frío a veces te quita la respiración en el invierno, pero ahora vivo en la tierra caliente de Santa Marta, Colombia, en donde trabajo como pastor y misionero.
Nuestro hogar es interesante, dado que mi esposa lleva más de la mitad de su vida en este país y dos de nuestros cuatro hijos han nacido en Colombia.
¿Amañados? Claro que sí, pero con deseos de ver el evangelio y las iglesias cristianas crecer de una forma cada vez más sana y dinámica.
Jacobis me preguntó si podía escribir un post acerca de cómo veo a las iglesias y a los cristianos en Colombia desde mi perspectiva norteamericana. Claro que mi perspectiva es limitada a lo que he vivido, he hablado y he leído, pero aquí va…
La emoción de ser cristiano hoy día en Colombia
Sin duda el evangelio está creciendo en este país. Puede ser un crecimiento a veces no tan parejo, pero claramente hay más cristianos hoy día que cuando llegué hace nueve años y también hay más iglesias de sana doctrina.
Las iglesias que conozco que realmente predican el evangelio han visto un auge, especialmente en los últimos cinco años.
Al mismo tiempo, la moda de “ser cristiano” ha hecho que muchos se confundan entre el evangelio verdadero y los evangelios light o de la prosperidad. Parece que cada quince días abren una nueva iglesia, pero normalmente se enfocan en la experiencia humana o en la “revelación” nueva de los pastores más que en la sagrada Palabra de Dios.
- También puedes leer: El evangelio de la prosperidad no es el evangelio.
Sentido de pertenencia
En los ministerios que conozco, he visto cada vez más sentido de pertenencia de los colombianos hacia la Gran Comisión. Los colombianos están promoviendo las misiones, la educación teológica y la plantación de iglesias nuevas.
Como gringo, me pregunto cada vez más: ¿cuál es mi rol aquí? No es el de trabajar solo, ni de pensar que soy indispensable o importante. Si Dios me puso acá, lo hizo para que pudiera trabajar hombro a hombro con mis hermanos colombianos usando los dones y talentos que todos tenemos.
¿A quiénes usará Dios para alcanzar a los colombianos? Usará a las iglesias colombianas, a los pastores colombianos y a los misioneros colombianos en la gran mayoría de los casos.
Al país que fueres, haz lo que vieres
Así aprendí el dicho, pero como cristiano en Colombia no es tan fácil. Algunos aspectos culturales son excelentes, por ejemplo: el calor humano, el fuerte vínculo familiar y la recursividad de la gente. Estos valores traducen muy bien al cristianismo, pero hay otros que malogran la integridad y la santidad de los cristianos.
Muchos no han reflexionado acerca de qué significa el evangelio para todo aspecto de su vida. Tal vez algunas preguntas sirvan para sacar a flote algunos de estos aspectos culturales:
- ¿Qué significa ser honesto como cristiano en Colombia?
- ¿Qué significa vivir en pureza sexual?
- ¿Cómo podemos evitar toda índole de corrupción en el manejo de las finanzas?
- ¿Cómo debemos usar nuestro tiempo libre?
- ¿Los fines realmente justifican los medios según Dios?
- ¿Para cuántos reinos estamos trabajando?
Puedes dar un vistazo al siguiente artículo: Soy joven y quiero ser pastor.
Profundidad teológica, quizás algo de historia
Lamentablemente Colombia no es un país de lectores, por lo general. Quizás podemos ver algo de la influencia histórica de las inquisiciones en esta tendencia (Si piensas diferente, tienes que convertirte o te matamos: una política que ciertamente mata la creatividad y los libros interesantes).
Sin embargo, los cristianos somos personas “del Libro”. Estudiantes por definición. Si “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Ti 3:16), necesitamos conocerla. Pablo le dice a Timoteo, “ocúpate en la lectura” (1 Ti 4:13) de las Escrituras y no podemos desaprovechar el lujo de tenerlas en la mano.
¿Cuánto tiempo dedica el cristiano colombiano a la lectura de la Palabra de Dios? ¿A la lectura teológica? ¿Conocen algo acerca de la historia de la Iglesia de Cristo?
- “No, yo no necesito saber nada de historia porque simplemente leo la Biblia y de allí saco mi teología” dirán algunos.
Bien, han dicho lo mismo muchos herejes porque no saben qué errores evitar al leer la Palabra de Dios.
Sin la ayuda de los que nos preceden, fácilmente podemos torcer las cosas “difíciles de entender” como lo hacen “los indoctos e inconstantes” (2 Pe 3:16). Entiendo esta dificultad para el cristiano promedio, pero ¿qué tal para los pastores?
- El pastor que no estudia profundamente es cautivo a cualquier moda ministerial que surja.
- El pastor que no interioriza las doctrinas de la gracia, que no entiende la pecaminosidad del hombre, que no se gloría en la vida, la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo le dará a su congregación alimento espiritual pobre o peor aun dañino.
- El pastor que no tiene un método teológico cimentado en una comprensión amplia de la Palabra de Dios no sabrá contextualizar el evangelio fielmente a los contextos colombianos. Imitará ciegamente métodos no probados aquí. Aceptará posiciones excéntricas de otros (cada país ya tiene sus propias mañas… no hay que importarlas).
Así veo el evangelio en Colombia. Te invito a unirte al grupo de cristianos que ponen a Dios por encima de todo, que reconocen su pecado y que se enorgullecen en el Señor Jesucristo (1 Co 1:31). Qué tengamos el mismo sentir de John Newton, el autor del himno Sublime gracia, quien en su último mes dijo: “He perdido casi toda mi memoria, pero recuerdo dos cosas: Que soy un gran pecador, y que Cristo es un gran Salvador”.