La Biblia es suficiente para nosotros. La razón es que ningún otro libro puede producir lo que ella produce y nadie debería siquiera pensar en prescindir de ella o relegarla a un segundo plano; sin embargo, hay algo que he visto provechoso para el crecimiento en el entendimiento de las Escrituras y de cómo aplicar sus verdades a nuestra vida, y es el leer y meditar en lo que otros ya han profundizado y que comúnmente plasman en libros cristianos.
Aclaro que no veo ningún problema en que un creyente lea todo tipo de literatura, pero sin duda el provecho de esta disciplina es mayor cuando el contenido de lo que leemos giran al rededor de la Biblia y de las verdades que ella contiene; por lo que, cuando me refiera a «buenos libros cristianos» la idea que quiero comunicar es: libros que llevan nuestros pensamientos a El Libro, a la Biblia.
Quiero, por lo tanto, presentarles algunas razones por le cuáles deberíamos leer buenos libros cristianos.
1. No lo sabemos todo, no lo entendemos todos
Los libros cristianos son una forma de beneficiarnos de los dones y su conocimiento en áreas que no son nuestro fuerte o que desconocemos. Debemos estar dispuestos a reconocer con humildad que si incluso dedicáramos toda nuestra vida a conocer lo relacionado con las Escrituras, todavía nos quedaría faltando mucho el día de nuestra muerte, así qué, cuando nos acercamos a los libros, nos estamos abriendo a una manera de complementar nuestro conocimiento mientras reconocemos que somos limitados. Este es uno de los misterios de la iglesia.
El Señor ha dado diversos dones y todos ellos para equipar a los santos, esto funciona dentro de la iglesia local pero también como iglesia universal. Buenos y piadosos escritores, son un regalo para la iglesia.
2. Es una manera de ampliar verdades específica
La Biblia a menudo habla de temas que por razones de espacio, como lo admitió el apóstol Juan (Jn 21:25), no son desarrollados de manera amplia, por lo que buenos libros nos ayudan a ver el desarrollo de tales ideas de modo que podamos entenderlas mejor. Estos complementan la información con el contexto de la época o la forma en la que los creyentes continuaron desarrollando cierta práctica en el trascurso de la historia hasta nuestros días y esto resulta enriquecedor.
3. Nos ayudan a aplicar verdades
¿Les ha pasado que saben lo que dice la Biblia que deben hacer, pero no saben cómo aplicarlo? Los libros nos permiten ver en las experiencias, el conocimiento y la vida de otros, el cómo aplicar ciertas verdades a nuestra vida de manera práctica y específica.
4. Los libros cristianos nos ayuda a desarrollar un pensamiento crítico
Cuando leemos un libro estamos interactuando con las ideas de un autor; conectándolas lógicamente y analizando sus argumentos, este ejercicio resulta de mucho provecho porque afina nuestra capacidad de análisis, de modo que cuando leemos las Escrituras podemos tener mayor provecho en la interpretación y el entendimiento de la misma.
5. Leer buenos libros es una disciplina espiritual
“Cuando vengas, trae la capa que dejé en Troas con Carpo, y los libros, especialmente los pergaminos”. (3 Tim 4:13). Esta es una de las últimas instrucciones de Pablo a Timoteo antes de morir. Leer libros hizo parte de la vida y la disciplina del apóstol Pablo, algo que le permitió hacer defensa del evangelio y llevarlo a lugares donde jamás había sido escuchado. La disciplina de la lectura hizo a Pablo un ministro más competente.
6. Los libros nos pueden ayudar en la lucha con la arrogancia
Cuando encuentras a hombres y mujeres con conocimiento amplio, eso nos pone con los pies en la realidad. En ocasiones podemos llegar a pensar que lo sabemos todo o que somos los más inteligentes, pero nos encontramos con dones mucho más desarrollados y robustos, lo que produce humildad y nos ayuda a no pensar más de lo que es justo.
7. Los libros inspiran
Hay un tremendo provecho en la lectura de biografías y de hombres del pasado. Abrir la ventana de atrás nos deja ver la fe de hombres, que como en Hebreos 11, son un recordatorio de la perseverancia y el llamado a confiar en el Señor. Buenos libros nos animan en momentos de tristeza, nos consuelan en momentos de temor y nos ayudan a en nuestra lucha. Pablo resume esta idea en Hebreos 13:7
Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe.
¿Tienes algún libro en la mesa sin leer? Espero que este escrito haya traído algo de inquietud y puedas tomarlo en tus manos ahora mismo.
Aquí puedes encontrar una lista de libros que recomendados que te pueden ser de utilidad.