Firmes, constantes y creciendo

He sido pastor de algunos de ustedes por casi 12 años y por 7 años de esta, nuestra iglesia Bíblica Soberana Gracia y en medio de tantos motivos de gratitud pensaba en que si está fuera la última vez que nos viéramos, ¿cuáles serían las palabras que siempre quisiera que recordaran? Hay muchas cosas que se me pudieran ocurrir, pero ninguna de ellas puede tener el efecto que solo la Palabra de Dios puede tener; así que, el texto en el que hoy meditaremos, es el buen deseo de un pastor amado para una iglesia amada.

Estas palabras expresadas en este versículo están cargadas de mucha emotividad, pero también de mucha verdad. Lo dicho por Pablo aquí recoge lo que él espera sea el resultado de la obra del evangelio entre aquellos a los cuales ha predicado la palabra y conviene que nos detengamos en la fuerza de cada una de las palabras aquí mencionadas.

Después de haber dado instrucciones específicas y exhortaciones sobre los múltiples pecados que como resultado de su inmadurez estaban presentes en la iglesia de Corinto, el apóstol termina por mostrarles que el corazón de la fe cristiana descansa en la esperanza de la resurrección de Cristo lo cual es la base de nuestra apropia resurrección.

Muchos de los males que aquejaban a esta iglesia venían de un mal entendimiento del evangelio y también por abrazar filosofías mundanas, entre ellas que todo terminaría con la muerte del cuerpo (por eso abusaban de su libertad practicando pecados de la carne); pero el apóstol les deja claro que más allá de la muerte hay una garantía de vida eterna para todos los que creen y que dicha esperanza debe modelar una vida de fe firme y de crecimiento continuo en esa misma fe.

En efecto, no solo debemos tener un entendimiento correcto de las verdades bíblicas, necesitamos vivir de acuerdo con lo que creemos.

El punto de nuestro sermón es este:

Debido a que Cristo resucitó de los muertos, tenemos esperanza de vida eterna y, por lo tanto, debemos permanecer firmes, constantes y creciendo en la fe hasta que seamos llevados a la gloria.

Veremos, en consecuencia, nuestro, el amoroso llamado de un pastor amado a su rebaño, a la luz de los siguientes puntos:

  1. Un llamado a permanecer firmes y constantes
  2. Un llamado a crecer en la obra de Dios
  3. Un llamado a confiar en la recompensa del Señor

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