Marcos nos ha presentado de manera interesante el inicio y desarrollo del ministerio de Jesús. Él es presentado como El Mesías y el Hijo de Dios y luego se encarga de comprobar esas credenciales y para eso utiliza la autoridad de Jesús sobre las enfermedades, los demonios y hasta el pecado.
Vimos la semana pasada como esto comenzó a despertar reacciones en distintos seguidores, unos que le seguían para saciar su necesidad, otros para ser sus discípulos y otros definitivamente para oponerse a él. Entonces, ya tenemos a un mesías con autoridad y también con seguidores, así que lo que sigue es ver lo que este Mesías Hijo de Dios tiene que enseñar acerca de su reino.
Aunque ya Marcos nos había mostrado a Jesús enseñando en otras ocasiones esta es la primera vez que vamos a apreciar un discurso directo y descriptivo de parte de Jesús.
Mateo y Lucas son evangelios que contienen mucho de los discursos de Jesús, pero Marcos es más breve y selectivo. Él escogió los discursos más representativos y útiles para lo que quería transmitir a su audiencia.
El discurso elegido es uno muy conocido, la parábola del sembrador; una parábola sobre el Reino de Dios, su naturaleza y su extensión y sobre a la realidad de como en el Reino de Dios hay quienes escuchan las Palabras de Jesús y llevan frutos y quienes por el endurecimiento de sus corazones rechazan la palabra.
Veremos además como en medio de este discurso Jesús condena a los endurecidos escribas y a todos los que se oponían a su llamado.
(Te invitamos a ver la enseñanza completa en el enlace que se encuentra dentro de esta publicación, o seguir leyendo descargando el archivo Pdf de la enseñanza)