Un líder modelado por el evangelio (1 Timoteo 1:12-17)

Imagen de una iglesia con un texto que dice un líder moldeado por el evangelio
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Estas son las notas del segundo sermón de la serie de 1a Timoteo y que nos habla de Pablo como un líder modelado por el evangelio y que se ocupó en modelar el evangelio a otros.

—¿Cuándo te convertiste en cristiano y te hiciste pastor?— me preguntó una excompañera de secundaria tras ver un video en redes sociales en el que yo predicaba. Su asombro no era halagador, sino más bien curioso, incluso sospechoso. Para alguien como yo, su visión de la vida no contemplaba la posibilidad de verme detrás de un púlpito de una iglesia.

Este asombro por la indignidad es algo que todos experimentamos en algún momento. —¿Cómo llegaste aquí? ¿En qué momento ocurrió?— Y aunque no afecta directamente nuestra vida espiritual, como creyentes, debemos ser conscientes de nuestra indignidad y reaccionar con asombro de manera continua. Este tipo de asombro debería ser una característica constante en nuestra vida como creyentes.

En el sermón anterior, exploramos aspectos introductorios de la carta 1 Timoteo, identificando su propósito de dar instrucciones a Timoteo sobre cómo abordar los problemas surgidos en la iglesia de Éfeso debido a falsos maestros. El apóstol Pablo, al final del capítulo 1, recordó que el problema comenzó cuando abandonaron el evangelio. Olvidaron que la salvación viene a través de la buena noticia de la muerte de Cristo, reemplazándola con mandamientos humanos y doctrinas legales.

En los versículos 12-17 que analizaremos hoy, Pablo introduce una nota de gratitud, mostrando su asombro por la indignidad de haber sido alcanzado por la misericordia de Dios. Aunque no es común en sus cartas, esta gratitud sirve varios propósitos:

  1. Pablo quiere que Timoteo reconozca la importancia de reconocer de dónde provienen los líderes y no perder el enfoque del servicio.
  2. Muestra que, sin la misericordia de Dios, Pablo podría haberse desviado de la misma manera que los falsos maestros.
  3. Comunica a Timoteo que Pablo no se coloca por encima de nadie, reconociendo su propia condición.
  4. Principalmente, Pablo modela a Timoteo cómo ser un líder con una conciencia clara ante Dios, que nunca pierde el asombro por el evangelio en su propia vida y se predica a sí mismo antes de predicar a otros.

Este pasaje nos enseña mucho acerca de un líder que modela el evangelio y cómo debemos vivir a la luz de esta realidad.

Recordatorio de lo que el Evangelio ha hecho (12-14)

Pablo expresa su gratitud por la obra de Dios en su vida a través del evangelio. En contraste con los falsos maestros, reconoce que todo su ministerio y vida se deben solo al Señor. Su gratitud se basa en tres motivos:

  1. Agradece al Señor por fortalecerlo a lo largo de los años de servicio, atribuyendo su fidelidad a la obra de Dios.
  2. Agradece porque el Señor lo consideró fiel al ponerlo en el ministerio, reconociendo que todos los verdaderos siervos son puestos por Dios.
  3. Expresa gratitud, porque la misericordia superó sus pecados, recordando que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.

Este recordatorio nos insta a no perder el asombro por la obra del Señor en nuestras vidas y a compartir nuestro testimonio como evidencia de la transformación que Cristo ha realizado en nosotros.

Una afirmación de lo que el Evangelio hace (15-6)

La afirmación crucial del evangelio según Pablo es que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, siendo él el primero. Esta afirmación contiene verdades fundamentales:

  1. Cristo Jesús es el Mesías y el Salvador anunciado en el Antiguo Testamento.
  2. Su venida al mundo implica su encarnación y habitación entre nosotros.
  3. El propósito principal es salvar a los pecadores, revelando el puro amor de Dios sin violar su justicia.

Pablo destaca la importancia de esta verdad, subrayando que el evangelio no es solo el inicio de la fe, sino la verdad que nos sostiene a lo largo de nuestra vida espiritual.

Doxología: Alabanza al único Dios verdadero (17)

Pablo culmina su gratitud con una doxología, exaltando la grandeza de Dios y reconociendo su señorío eterno. Destaca que Dios es el Rey eterno, que gobierna sobre todo y que ha revelado Su carácter compasivo y misericordioso a través del evangelio.

Esta doxología nos recuerda que la gloria es para Dios, quien desplegó su poder en la creación y reveló su carácter en el evangelio. La salvación es obra del Señor, y al ser conscientes de esto,Su nombre recibe mayor gloria.

En resumen, para proclamar lo que el evangelio puede hacer en otros, es esencial recordar lo que hace por nosotros. En ambas cosas, toda la gloria pertenece al Señor.

¡Amén!

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