Hemos estado viendo la manera en que Dios ha libertado a su pueblo de la maldad y esclavitud en la quien han caído en repetidas ocasiones por su desobediencia.
En el capítulo anterior vimos como dios libertó por medio de un ejército, por medio de un hombre inesperado como Aod o de un excéntrico como Samgar.
En estas ocasiones veremos como Dios continúa su trabajo de ser fiel a su pacto, liberando al pueblo de Israel de una opresión muy fuerte, pero esta vez no a través de una sola persona, sino de varias, como un trabajo que se hace en equipo, pero donde hay un solo director: Dios
El ciclo de pecado de nuevo:
Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, 2 así que Jehová los entregó en manos de Jabín, rey de Canaán, quien reinaba en Hazor. El capitán de su ejército se llamaba Sísara y vivía en Haroset-goim. 3 Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque Jabín tenía novecientos carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.
El autor como como el último juez antes de los que hoy veremos a Aod, presumiblemente porque Samgar solo estuvo al frente de batallas transitoriassin ser propiamente un juez, como quiera que sea lo cierto es que los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo.
Esto es algo que nos encontraremos una y otra vez en este libro. Nos muestra el fracaso del pueblo por mantenerse fiel al Señor por sus propias fuerzas.
El resultado es que fueron afligidos, precisamente por reyes que ellos debieron haber echado de sus tierras.
( como paréntesis aplicativos, nosotros no somos llamados a hacer conciliaciones con el pecado en nuestras vidas, tarde o temprano se hace fuerte, él se alimenta de nuestra carne, de nuestros deseos y cuando es fuerte no podemos controlar su poder e influencia en nuestra débil humanidad. EL adulterio se engendra con lujuria, la avaricia se engendra en afán y ansiedad, el homicidio se engendra en ira y así)
Jabí no era como los otros reyes, este tenía carros de hierro, las armas nucleares de la época y su dominio llevaba 20 años, se necesitaba más que la fuerza humana para que un débil pueblo oprimido los acabara.
Sísara, el capitán del ejército enemigo era despiadado, oprimía a Israel, tomaba a las mujeres y las hacía esclavas sexuales, como veremos más adelante (5:30), arrasaba con todo lo que encontraba. Incluso su madre parece que se enorgullecía de su crueldad.
Luego los hijos de Israel claman a Dios y él responde, pero no como siempre. No hubo un libertador de inmediato, el relato nos muestra otra forma de operar y eso lo veremos a la luz de 4 grandes encabezados:
- Una Gobernadora que anima, (2) Un libertador y un pueblo que Pelea(3) Una mujer anónima que contribuye y (4) Un Dios soberano que dirige todo