Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus enemigos hace que estén en paz con él. Pro 16:17
Este pasaje deja clara una verdad, en la soberanía de Dios, hasta los malos son usados por él para llevar a cabo sus planes. Eso es cierto incluso hasta del diablo mismo y el libro de Job es un ejemplo de eso.
La historia de Sansón es sin duda otro ejemplo de cómo Dios por encima y a pesar del pecado de los hombres, e incluso cómo puede usar las acciones malas de los hombres para llevar a cabo sus planes.
Hemos estado estudiando al último de los jueces de Israel. Dijimos en su momento que dividiríamos la historia de Sansón en tres etapas: su nacimiento, su fracaso como libertador y juez y finalmente, la victoria en medio de debilidad que tuvo lugar en los últimos días de su vida.
Hoy abordaremos la etapa más conocida de su vida: su fracaso como un líder probado para Israel.
Veremos esto a la luz de tres encabezados:
El libertador sin carácter (Jue 14); El libertador vengativo (Jue 15:1-8) Un Dios soberano usando a un libertador sin carácter y vengativo (Jue 15:1-20)