Puede ser que al ver en avance de la maldad en el mundo. La forma en que gobiernos malvados oprimen al débil y se oponen a la fe y la Palabra de Dios. Cómo inocentes mueren a diario por la imposibilidad de definir si son o no objeto de derecho. Puede ser que todo esto nos lleva a pensar que el mal está triunfando sobre el bien y que Dios no parece estar muy preocupado en revertir dicha realidad. Pero si hay algo que nos enseña el libro de Éxodo, es que el Señor gobierna sobre su pueblo y que él usa incluso la opresión y el dolor para llevar a cabo sus planes.
Hoy iniciamos un recorrido por este apasionante libro de las Escrituras. Estamos agradecidos por la bendición de poder caminar por libros enteros de la Biblia y exponernos a todo lo que Dios ha revelado de sí mismo y de nosotros.
La palabra éxodo significa salida, y es esa precisamente la historia que se relata aquí: cómo el pueblo de Dios es sacado de la esclavitud en Egipto y llevado a la tierra prometida para adorar a su Dios.
A grandes rasgos, la historia tiene tres grandes movimientos:
– El pueblo de Dios esclavo siendo liberado por Dios (1—13:16)
– El pueblo de Dios libre siendo santificado por Dios (13:17 — 24:11)
– El pueblo de Dios libre y santo morando con Dios (24:12 — 40:38)
Algo interesante del libro de éxodo es que comienza con un pueblo esclavo construyendo para Faraón y termina con un pueblo libre que construye un tabernáculo donde mora el Dios verdadero. Lo que hay en la mitad, es ese mismo Dios, mostrando Su poder para redimir, santificar, cuidar, sustentar y proveer una tierra a un pueblo que a veces obedece, pero que en muchas ocasiones actúa de manera rebelde.
Hoy entraremos al primer movimiento de esta gran historia, el pueblo de Dios esclavo en Egipto siendo liberado por Dios. Y veremos a un Dios fiel que cumple su promesa, que guarda a su pueblo en medio de la adversidad y les provee un libertador. Y es precisamente ese argumento el que le da forma a nuestro sermón en la mañana de hoy:
- El Dios que cumple sus promesas a un pueblo esclavo (1-7)
- El Dios que protege a un pueblo esclavo (8-22)
- El Dios que provee esperanza a un pueblo esclavo (2:1-10)