Uno de los eventos más oscuros de nuestra historia reciente, fueron las ejecuciones extrajudiciales por parte de miembros de la Fuerza Pública, estos hechos son conocidos como ‘Los Falsos Positivos’.
Según cifras oficiales, 6.402 personas fueron asesinadas entre los años 2002 – 2008 por parte del Ejército Nacional. Cada una de estas más de 6 mil personas no tenían nada que ver con el conflicto armado interno que ha desangrado a Colombia en los últimos 70 años. La consecución de galardones por la muestra de resultados o positivos, llevó a altos mandos militares colombianos a crear estrategias para reclutar personas inocentes, llevarlas a zonas de conflicto, vestirlas como insurgentes para luego asesinarlas a sangre fría y pasarlas por muertos en combates.
Según informó en diciembre de 2021, «la JEP concluyó que los crímenes no hubieran ocurrido sin la política institucional del Ejército de conteo de cuerpos, sin la política de incentivos y la constante presión que ejercieron los comandantes sobre sus subordinados para obtener muertos en ‘combate’” (Tomado de CNN).
Los ‘falsos positivos’ han sido la muestra más triste para nosotros como colombianos, de lo que significa obedecer sin importar los medios, obedecer, pero a nuestra manera. En esta mañana, vamos a recorrer las líneas de esta historia, el relato donde el protagonista es Saúl, el primer rey de Israel, el pueblo de Dios. Miraremos cómo el Dios perfecto y justo siguió gobernando por encima del rey terrenal, pero a su vez, veremos el fruto del corazón de Saúl, el rey que obedeció a Dios, pero a su manera. Esta es la historia del rey desobediente.
A manera de contexto, este relato de 1 de Samuel 15 se constituye en el tercer fracaso de Saúl. En el capítulo 13, Saúl va a pelear contra los filisteos, los soldados del pueblo de Israel se aterrorizaron y se escondieron (13:6-7). Samuel le dijo a Saúl que esperara a su llegada, pero Saúl esperó siete días y al ver que Samuel no llegaba y el pueblo se le dispersaba, entonces Saúl ofreció holocausto a Dios, cuando estaba terminando Samuel llegó. A Saúl no le correspondía presentar ofrendas a Dios. Esta fue la primera desobediencia. Luego, Saúl hace un juramento de que todo el que coma antes de su victoria contra los filisteos, sería maldito. El pueblo entró al bosque a pelear y a pesar de que la miel abundaba, nadie comió excepto Jonatán su hijo, quien no había escuchado el edicto de su padre. Por este segundo error de Saúl, el pueblo desfallecía y no podía pelear con las fuerzas requeridas.
Es entonces, donde llegamos al capítulo 15, donde se presenta el tercer fracaso de Saúl como rey de Israel; es este tercer fracaso el que estaremos abordando en el día de hoy y lo estaremos analizando en los soguientes puntos:
- La misión de Dios para el rey Saúl (V 1-3)
- La obediencia disfrazada del rey Saúl (V 4-9)
- El desenlace de Saúl, el rey desobediente (V 10-23)
