El ministerio pastoral es un llamado de enorme responsabilidad y dignidad, donde los pastores son llamados a cuidar, guiar y alimentar espiritualmente a la iglesia de Cristo. Sin embargo, este ministerio también implica un esfuerzo constante que demanda tiempo, dedicación y entrega. Por tanto, es vital que las iglesias entiendan y cumplan su responsabilidad de sostener materialmente a sus pastores, permitiéndoles dedicarse plenamente a la obra de Dios.
Este artículo tiene como objetivo destacar la importancia bíblica del sostenimiento económico de los pastores y las implicaciones prácticas que esto tiene tanto para los líderes espirituales como para las congregaciones.
Tabla de contenido
Fundamentos Bíblicos del Sostenimiento Pastoral
La enseñanza sobre el sostenimiento de los pastores está claramente reflejada en las Escrituras. En 1 Timoteo 5:17-18, el apóstol Pablo nos da un principio fundamental:
«Los ancianos que gobiernan bien, sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en predicar y enseñar. Porque la Escritura dice: ‘No pondrás bozal al buey cuando trilla’, y ‘El obrero es digno de su salario’.» (1 Timoteo 5:17-18)
Este pasaje nos muestra dos puntos clave:
- El “doble honor” a los pastores implica un reconocimiento en términos de respeto y aprecio y al mismo tiempo en términos económicos. Los pastores, especialmente aquellos que se dedican a la predicación y enseñanza, deben ser sostenidos por la iglesia para que puedan cumplir con su labor sin distracciones financieras.
- La referencia a “No pondrás bozal al buey cuando trilla” (Deuteronomio 25:4) es una analogía poderosa que muestra cómo, en la cultura hebrea, incluso los animales debían ser cuidados mientras trabajaban. Si un buey tiene derecho a comer del grano que trilla, ¡cuánto más un pastor que trabaja arduamente en la obra de Dios merece ser sostenido por la congregación a la que sirve!
Jesús también refuerza este principio en Lucas 10:7, cuando dice a los setenta discípulos que envió a predicar: “Permanezcan en esa casa, comiendo y bebiendo lo que les den, porque el obrero es digno de su salario”. Con esto, Jesús subraya que aquellos que predican el evangelio tienen derecho a ser sostenidos por aquellos que reciben el mensaje.
¿Por qué es importante sostener a los pastores?
La enseñanza bíblica no deja lugar a dudas: el sostenimiento de los pastores no es solo un acto de caridad, es un mandato bíblico. Pero, ¿por qué es tan importante? Veamos algunas razones clave:
- Libertad para dedicarse plenamente al ministerio: Los pastores que no tienen que preocuparse por sus necesidades materiales pueden dedicar más tiempo a la oración, la preparación de sermones, la enseñanza y el cuidado pastoral. Esto no solo beneficia al pastor, sino que fortalece a toda la iglesia, ya que reciben una atención más plena y de mayor calidad.
- Fortalecimiento espiritual de la iglesia: Un pastor bien sostenido es un pastor que puede ejercer su ministerio con alegría y sin distracciones. Hebreos 13:17 nos recuerda que debemos permitir que nuestros pastores sirvan “con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes”. La provisión económica adecuada es una de las formas en que la iglesia puede asegurar que sus pastores sirvan con gozo.
- Evitar la tentación de buscar alternativas deshonestas: En 1 Timoteo 6:10, Pablo advierte que “el amor al dinero es la raíz de toda clase de males”, y la falta de sostenimiento adecuado puede llevar a algunos pastores a buscar formas deshonestas de obtener ingresos. Proveerles lo necesario es una manera de protegerlos de esta tentación.
Implicaciones Prácticas del Sostenimiento Pastoral
El sostenimiento de los pastores tiene implicaciones prácticas que las iglesias deben considerar cuidadosamente. No se trata simplemente de “pagar un salario”, sino de garantizar que los pastores puedan vivir con dignidad y cumplir su llamado con libertad. A continuación, algunos aspectos prácticos a tener en cuenta:
- Provisión justa y equilibrada: La iglesia debe establecer un salario justo para sus pastores que cubra sus necesidades básicas las de su familia. Esto incluye vivienda, alimentación, educación para los hijos, entre otros. No se trata de proporcionar lujos, sino de asegurar que vivan de manera digna y sin preocupaciones financieras que puedan interferir en su ministerio.
- Transparencia y responsabilidad en la gestión de los recursos: La administración de los fondos destinados al sostenimiento pastoral debe ser clara y transparente. Es importante que el manejo de estos recursos no esté en manos del mismo pastor, para evitar conflictos de interés y asegurar que se mantenga la integridad en la gestión financiera de la iglesia.
- Cuidado continuo y revisión periódica: Las necesidades de los pastores pueden cambiar con el tiempo. La iglesia debe revisar periódicamente las provisiones que ofrece para asegurarse de que siguen siendo adecuadas y suficientes. Por ejemplo, si el costo de vida aumenta o las circunstancias familiares del pastor cambian, la iglesia debería ajustar su apoyo en consecuencia.
- Evitar extremos: Es fundamental que la iglesia evite dos extremos peligrosos. El primero es el de la negligencia, donde se espera que el pastor viva con lo mínimo o incluso trabaje de manera secular para complementar sus ingresos. El segundo es el del exceso, donde se proporcionan lujos innecesarios que podrían desviar el enfoque del verdadero llamado pastoral. El equilibrio está en proveer lo justo y necesario para que el pastor pueda vivir con dignidad y servir con libertad.
Beneficios para la iglesia de cuidar de sus pastores
El sostenimiento adecuado de los pastores beneficia a los líderes y de paso a toda la congregación. Algunas de las bendiciones que se derivan de cuidar bien de los pastores incluyen:
- Mayor calidad en la enseñanza y predicación: Cuando los pastores tienen tiempo para estudiar la Palabra y preparar sus mensajes, la iglesia recibe una enseñanza más profunda y enriquecedora. Los pastores que están constantemente preocupados por cómo pagar sus facturas no pueden dedicar el tiempo y la energía necesarios para preparar sermones que fortalezcan espiritualmente a la congregación.
- Crecimiento espiritual de la iglesia: Al cuidar bien de sus pastores, la iglesia está invirtiendo en su propio crecimiento espiritual. Pastores fortalecidos y apoyados pueden pastorear de manera más efectiva, lo que conduce a una iglesia más unida, madura y comprometida con el evangelio.
- Ejemplo de generosidad y cuidado mutuo: Al proveer para las necesidades de sus pastores, la iglesia también está modelando un ejemplo de generosidad y cuidado mutuo. Este tipo de cultura ayuda a fomentar un ambiente de amor, respeto y responsabilidad dentro de la comunidad de fe.
El sostenimiento material de los pastores no es un asunto secundario en la vida de la iglesia; es una responsabilidad bíblica y necesaria. La Palabra de Dios nos enseña que los pastores, como aquellos que dedican su vida al cuidado espiritual de la iglesia, deben ser sostenidos de manera justa y generosa.
Este principio asegura que los pastores puedan servir con libertad y gozo y también fortalece a la iglesia misma, permitiendo que el ministerio de la Palabra prospere y que el cuerpo de Cristo crezca en unidad y madurez espiritual.
Cuidar de los pastores es, en última instancia, una expresión del amor de la iglesia por Cristo y Su obra, reconociendo que al honrar a quienes predican el evangelio, estamos honrando al mismo Señor.