Parábola del rico insensato

El pasado 2 de marzo el periódico El Cronista de Argentina publicó un artículo titulado: Las 10 empresas más grandes de Rusia ya valen 80% menos que antes de la guerra. En su primer párrafo dice: ‘Todas las empresas rusas están en números rojos por la invasión de Rusia a Ucrania. Las más grandes perdieron más de u$s 100.000 millones en capitalización de mercado en un mes’. Algunas de estas empresas afectadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania son: Solo por mencionar dos de estas empresas: Gazprom, de la industria del gas y petróleo que ha tenido una variación en sus acciones del -90 % y Sberbank del sector financiero que ha tenido una variación del -98 %.

Según expertos, el impacto económico sobre Rusia se va a sentir por los próximos cinco o seis años sobre todo en los ingresos de los ciudadanos rusos y en el nivel de empleo en este país. Esto sin mencionar las afectaciones que tendrá el resto de continentes, sobre todo porque Rusia es el proveedor del 15 % de gas del mundo.

Así de efímeras son las riquezas de este mundo. En solo horas podemos pasar de tenerlo todo a quedarnos en la absoluta pobreza. Pero ¿Cuál debe ser nuestro tesoro? ¿En qué debemos invertir nuestra vida? ¿Son las riquezas terrenales algo pecaminoso? esta y otras preguntas serán las que intentaremos responder en el presente sermón.

Para comprender este extracto de Lucas 12: 13-21, lo dividiremos en los siguientes 3 puntos:
1- El hombre con un corazón gobernado por la avaricia (13-15)
2- El relato de la parábola sobre la avaricia (16-20)
3- La aplicación de la parábola sobre la avaricia (21)

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