Deja libre a mi hijo

Uno de los aspectos más emocionantes de la literatura bíblica narrativa, es que nos permite ver a Dios en matices que tal vez son más escasos en otro tipo de escritos, como los salmos, o los escritos proféticos, por ejemplo. Las historias nos dejan ver a Dios interactuando con su pueblo, hablando, discrepando, mostrando afectos, corrigiendo y eso hace que sea más fácil identificar la naturaleza de sus atributos y la manera en que debemos responder a ellos.

En ocasiones, podemos percibir a Dios como un ser abstracto que no puede ser comprendido, pero textos como el que veremos hoy hacen que fijemos la mirada en esos aspectos realistas de su carácter y esto representa una fuente muy provechosa conocimiento y ánimo para nosotros. 

Hemos estado viendo hasta ahora el enérgico llamado de Dios a Moisés a llevar a cabo la liberación de su pueblo, pero también hemos visto la negativa recurrente de Moisés para hacer la voluntad del Señor y las formas en que Dios termina derribando cada una de sus objeciones; y aunque ya estamos listos para ver algo de acción en Egipto por mano de Moisés, todavía tenemos que recorrer un poco más de camino, para encontrarnos con un pasaje dramático, pero revelador de la poderosa liberación que Dios traería para Israel. 

Todavía faltaba una cosa más que poner a cuentas entre Dios y Moisés, y esta vez, no solo Moisés sino su familia, por lo que nuestro texto se concentra hoy en hacer evidente el plan de liberación para Israel, el pueblo a quien Dios llama Su Hijo y el papel que habría de representar el derramamiento de sangre como la señal de que es así como Dios detendría la muerte y el juicio sobre los malos, pero sería la señal del pacto con Sus hijos. 

La porción que estaré exponiendo tiene cuatro movimientos narrativos claramente marcados, los cuales nos dejan ver enseñanzas importantes acerca de Dios, sus maneras de proceder y nuestro llamado a obedecer confiadamente. Y son esos 4 movimientos o escenas las que le dan estructura al sermón en la mañana de hoy.

  • Primer movimiento: Anuncio y preparativos del viaje (18-19)
  • Segundo movimiento: Inicio y un recordatorio para el viaje (20-23)
  • Tercer movimiento: Encuentro inesperado durante el viaje (24-26)
  • Cuarto movimiento: Encuentro esperado al finalizar el viaje (27-28)

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