El evangelio y la adopción

El evangelio y la adopción

            Una página de consultas sobre cómo es el proceso de adaptación de un niño adoptado a un nuevo hogar o una nueva familia responde lo siguiente acerca del desafío de la vinculación:

En circunstancias normales el vínculo afectivo entre padres e hijos se construye durante el primer año de vida, y se basa en el cariño y la confianza en el adulto; sin embargo, los niños adoptados no han conocido en la mayoría de los casos ningún tipo de seguridad –han pasado en general por varias manos o instituciones–, lo que implica que los nuevos padres se enfrentan al gran reto de establecer con ellos un vínculo sólido y permanente, que difumine hasta borrarlas las secuelas de su vivencia anterior.

Por eso es normal que, tras el proceso de adopción, al principio, teman o rechacen a sus nuevos padres y se muestren depresivos o, por el contrario, que no se separen de ellos e intenten llamar su atención todo el tiempo. En todo caso, una de las conductas más habituales de los hijos adoptados es que ponen constantemente a prueba el amor incondicional de sus padres.[1]

Esto ilustra muy bien lo que veremos en la mañana de hoy. En efecto, el concepto de ser hijo de Dios es algo a lo que no estamos acostumbrados, pero demarca nuestra nueva realidad.

Después de haber demostrado ampliamente que la ley no puede producir vida y solamente podemos ser hijos de Dios por medio de la fe, el apóstol Pablo enfatiza algunas verdades categóricas de esta nueva realidad. La primera la vimos al final del capítulo 3: Si somos hijos de Dios somos uno en Cristo y al somos herederos de Abraham; pero esto todavía era algo que los receptores de esta carta les costaban asimilar ¿cómo es que realmente llegaron a ser hijos de Dios? ¿Qué era antes entonces? ¿Cuál es el tipo de relación que ahora tienen con Dios?

El argumento de Pablo continúa, ahora con analogía en la que explica más profundamente lo que significa ser herederos de Dios y qué es lo que caracteriza la nueva relación con el padre y ese es precisamente el punto de nuestro sermón en la mañana de hoy:

Hemos sido rescatados de la esclavitud por medio del sacrificio de Cristo y ahora hemos sido adoptados como Hijos de Dios y por lo tanto tenemos una nueva relación con Dios.

Así que veremos nuestro texto a la luz siguiendo los siguientes puntos:

  1. El estado antes de la adopción (1-3)
  2. El medio de la adopción (4-5)
  3. La relación con el Padre después de la adopción (6-7)

[1] https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/psicologia-infantil/proceso-de-adaptacion-del-nino-adoptado-12436, Por: Alhelí Quintanilla

Descargar sermón:

Comparte este sermón: